La mermelada sigue siendo un alimento clave en los desayunos de muchos hogares españoles, destacando por su versatilidad al poder elaborarse con casi cualquier fruta. Desde las variedades más tradicionales, como fresa y albaricoque, hasta opciones más innovadoras como frutos del bosque y higos, este dulce conservado continúa siendo un acompañante habitual en la mesa. Sin embargo, es importante tener en cuenta las diferencias nutricionales entre las versiones caseras e industriales.
Mermeladas Comerciales vs. Caseras
Las mermeladas industriales a menudo contienen excesos de azúcar y edulcorantes artificiales, lo que las convierte en menos recomendables para el consumo diario. Por el contrario, preparar mermeladas en casa permite controlar los ingredientes, optando por una receta clásica que combina fruta fresca con azúcar como conservante natural.
Para quienes desean evitar completamente los endulzantes, la mermelada de frutas con semillas de chía emerge como una alternativa muy nutritiva y fácil de hacer.
Beneficios de las Semillas de Chía
Las semillas de chía no solo añaden una textura gelatinosa, sino que también proporcionan un aporte extra de fibra y omega-3. Su capacidad para espesar la mezcla de manera natural permite obtener mermeladas caseras en menos de 20 minutos, sin necesidad de usar pectinas ni gelificantes artificiales.
Cómo Hacer Mermelada con Chía
El proceso para preparar mermelada con chía es sencillo. Se debe triturar la fruta, calentarla y añadir las semillas, las cuales se integrarán para dar cuerpo a la mezcla. Al finalizar, se obtiene una mermelada con textura rústica, lista para servir en poco tiempo.
Tiempo de Preparación
- Preparación: 10 minutos
- Cocción: 10 minutos
- Reposo: 30 minutos
- Tiempo total: 50 minutos
Ingredientes
- 250 g de fresas frescas o congeladas (puedes usar frambuesas, arándanos u otra fruta similar).
- 2 cucharadas de zumo de limón.
- 3 cucharadas de semillas de chía.
- Endulzante al gusto (opcional): miel, sirope de arce, estevia…
Instrucciones
- Limpia la fruta y córtala en pedazos pequeños.
- Coloca la fruta en una cacerola y caliéntala a fuego medio durante cinco minutos, removiendo ocasionalmente.
- Añade el jugo de limón y aplasta la fruta con un tenedor hasta conseguir la textura deseada.
- Cocina por cinco minutos más a fuego suave, permitiendo que ablande.
- Retira del fuego y añade las semillas de chía, mezclando bien.
- Si deseas, incorpora el endulzante y deja reposar por al menos 30 minutos.
- Transfiere a un envase de vidrio y enfrié antes de refrigerar.
Porciones y Conservación
La receta original produce un frasco pequeño de 250 a 300 gramos, suficiente para cubrir las necesidades de desayunos o meriendas durante varios días. En el refrigerador, la mermelada de chía puede conservarse en un envase cerrado por hasta una semana. Dado que carece de conservantes y azúcares altos, se recomienda elaborar lotes pequeños para asegurar frescura.