En una jornada marcada por un intenso debate, la Cámara de Diputados de Argentina dio media sanción a un proyecto de ley que propone modificar el huso horario oficial del país, pasando de UTC-3 a UTC-4. La iniciativa, impulsada por el diputado Julio Cobos de Mendoza, busca optimizar el uso de la energía eléctrica y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos alineando el horario con la luz solar. El proyecto obtuvo 151 votos a favor, 66 en contra y 8 abstenciones, y ahora se enviará al Senado para su tratamiento.
Argumentos a favor del cambio
El cambio de huso horario implicaría retrasar los relojes una hora en todo el territorio nacional, lo que significaría amaneceres y anocheceres más tempranos. Cobos mencionó un “desfasaje histórico” entre la hora oficial y la correspondiente geográficamente, lo que está causando inconvenientes en el consumo energético, la salud y la organización social. Según el legislador, Argentina está casi en su totalidad dentro del huso horario de -4 horas con respecto a Greenwich, exceptuando algunas zonas cordilleranas que caen en -5.
Ahorro energético y bienestar social
El estudio respaldado por la doctora Andrea Pattini del CONICET Mendoza indica que, alinear el horario con la luz solar, podría reducir el consumo de electricidad en diferentes ámbitos, con un potencial ahorro de hasta un 40% en iluminación matutina. También se argumenta que el huso horario actual provoca un “jet lag social”, afectando el rendimiento escolar y la salud mental, especialmente en el oeste del país, donde los estudiantes deben levantarse en plena oscuridad.
Ajustes estacionales y coordinación internacional
La propuesta contempla que el país podría volver al huso UTC-3 durante el período estival, brindando al Poder Ejecutivo la facultad de ajustar el horario en verano para maximizar el uso de luz natural. Asimismo, se busca coordinar los husos horarios con naciones del Mercosur, como Brasil, Paraguay y Bolivia, que ya utilizan UTC-4, para facilitar operaciones comerciales.
Impacto en la vida cotidiana
En caso de aprobación en el Senado, el cambio afectará las rutinas laborales, escolares y de servicios públicos en el país, lo que podría generar incomodidad inicial. Sin embargo, la experiencia internacional sugiere que la adaptación ocurre en el mediano plazo. Cabe mencionar que este tema despierta críticas por la percepción de falta de un análisis profundo sobre el impacto económico, reavivando una discusión histórica en Argentina relacionados con el huso horario, que ya había sufrido modificaciones en el pasado por motivos energéticos.
La iniciativa, si se confirma en el Senado, marcaría el retorno de Argentina al huso horario UTC-4, alineándose a su realidad geográfica y buscando beneficios tanto energéticos como sociales.