El uso de termotanques eléctricos se ha convertido en una preocupación creciente para los hogares argentinos, especialmente frente a las altas tarifas de la electricidad. Según datos recientes, un termotanque puede consumir entre 120 y 150 kilovatios hora (kWh) al mes, una cifra considerable en comparación con una heladera eficiente, que usa entre 30 y 50 kWh. Con modificaciones simples en su uso y selección de equipos, es posible no solo disminuir el gasto, sino también el impacto ambiental.
¿Por qué consume tanto un calentador de agua eléctrico?
El elevado consumo energético de los termotanques se explica por múltiples factores:
- Volumen de agua: Estos equipos deben calentar grandes cantidades, generalmente entre 50 y 100 litros o más.
- Mantenimiento de temperatura: Además de calentar, deben mantener el agua caliente durante todo el día, lo que requiere un suministro constante de energía.
- Pérdidas térmicas: Un mal aislamiento o una ubicación en ambientes fríos pueden provocar la disipación del calor, obligando al aparato a funcionar con frecuencia para recuperarlo.
- Consumo silencioso: Aun cuando no se requiere agua caliente, el sistema puede activarse para conservar la temperatura programada.
Estas circunstancias, junto con hábitos de uso, hacen que el termotanque represente una de las mayores cargas en la factura eléctrica del hogar.
Recomendaciones para reducir su consumo
Para optimizar el uso del termotanque y minimizar su consumo energético, se proponen varias estrategias:
- Aislamiento térmico: Mejorar el aislamiento o elegir modelos con mayor eficiencia energética puede marcar una diferencia significativa.
- Ajuste de temperatura: Establecer el termostato entre 50°C y 55°C es suficiente para un uso doméstico seguro y eficiente.
- Uso racional del agua caliente: Evitar duchas prolongadas contribuye a un consumo más responsable.
- Instalación estratégica: Colocar el calentador cerca de los puntos de uso y en ambientes resguardados del frío ayuda a reducir el gasto energético.
- Desconexión en períodos de ausencia: Apagar el equipo durante largos períodos de inactividad puede evitar un consumo innecesario. Algunos modelos ofrecen un modo "vacaciones" que ajusta automáticamente la temperatura.
- Alternativas más eficientes: Considerar el uso de calentadores a gas o tecnologías modernas que permiten reducir el consumo energético.
Implementar estas recomendaciones no solo beneficia la economía familiar, sino que también contribuye a un hogar más sostenible.