La industria de la moda se encuentra en una encrucijada frente a la introducción de modelos digitales, un fenómeno que ha generado un intenso debate acerca de la autenticidad y los estándares de belleza en el ámbito fashion. Este cambio plantea preguntas sobre el futuro del sector, tradicionalmente enfocado en la diversidad corporal y las historias auténticas de los humanos.
La batalla por la autenticidad recién empieza
La aparición de modelos digitales ha suscitado críticas que cuestionan si estamos creando estándares de belleza aún más inalcanzables. Los detractores sostienen que estas representaciones refuerzan estereotipos imposibles de alcanzar y excluyen la diversidad que, con tanto esfuerzo, se ha logrado en las pasarelas. Por el contrario, algunos defensores de esta nueva tendencia consideran que son una herramienta creativa revolucionaria que expande los horizontes estéticos sin limitaciones físicas.
Un ejemplo es Seraphinne Vallora, quien expresó su entusiasmo en redes sociales, agradeciendo a Marciano por brindarle la oportunidad de mostrar su visión futurista. “Trabajamos con una marca que admiramos desde niños”, afirmó, reflejando cómo este cambio puede ser visto como un sueño cumplido en el mundo digital.
Un cambio inminente en la industria
La pregunta ya no gira en torno a si los modelos digitales coexistirán con los reales, sino acerca de cuánto tiempo tardará la industria en redefinir completamente sus reglas del juego. Este cambio disruptivo plantea un desafío a los paradigmas establecidos, obligando a las marcas y a los consumidores a reconsiderar lo que significa la belleza en la actualidad.
Las críticas hacia grandes nombres de la industria, como Vogue y Guess, han resurgido con fuerza. Se les acusa de hipocresía por haber utilizado discursos de diversidad e inclusión como su bandera, mientras, al mismo tiempo, continúan creando fantasías digitales que hacen que los filtros de Instagram parezcan "amateur". Este contraste entre la retórica y la realidad amenaza con erosionar la confianza del consumidor en las marcas tradicionales.