La población de diversas regiones de Argentina ha adoptado recientemente un truco popular para ahuyentar moscas en los hogares: colgar bolsas transparentes llenas de agua y monedas cerca de los accesos. Aunque muchos vecinos aseguran que esta técnica tiene un efecto positivo, su efectividad no está respaldada por estudios científicos concluyentes.
¿Por qué las bolsas con agua espantarían a las moscas?
La teoría más común sobre la eficacia de este método radica en la visión de las moscas, que poseen ojos compuestos capaces de detectar múltiples reflejos y movimientos simultáneamente. Según quienes utilizan este recurso, el brillo del agua y las monedas genera destellos que podrían desorientar a los insectos, haciéndoles creer que se acercan a un obstáculo. Como resultado, las moscas evitarían ingresar a la vivienda o posarse cerca, lo que ofrece una alternativa ecológica que no requiere productos químicos.
Un hábito popular sin respaldo científico contundente
A pesar de su amplia difusión en Argentina y otras partes de América Latina, la efectividad de este truco no cuenta con respaldo científico sólido. Expertos en entomología y control de plagas han mencionado que, aunque hay teorías interesantes, también pueden influir factores subjetivos, como la percepción de quienes intentan este método.
Algunos estudios sugieren que el resultado podría ser simplemente un efecto placebo; las personas tienden a notar menos moscas porque esperan que el truco funcione. Además, el éxito del método también puede depender de la higiene del lugar y la presencia de alimentos que atraigan a los insectos.
Cómo preparar una bolsa con agua para repeler moscas
Para quienes deseen probar este método, a continuación se detallan los elementos necesarios:
- Una bolsa plástica transparente tipo ziploc.
- Agua (preferentemente potable o limpia).
- Una o dos monedas para generar reflejos metálicos.
- Una cuerda o hilo para colgar la bolsa cerca de puertas o ventanas.
Se recomienda colocar la bolsa a la altura de la cabeza, en las áreas donde suelen entrar los insectos. Aunque esta técnica no sustituye métodos más convencionales como los mosquiteros o aerosoles, muchas familias optan por utilizarla como un refuerzo preventivo contra las moscas.