Karyna, madre de un exalumno de un tradicional colegio porteño, ha sido acusada de liderar una estafa piramidal relacionada con la venta de pasajes aéreos. Utilizaba un audio para captar víctimas, prometiendo boletos a precios reducidos debido a un aparente sistema de beneficios de la aerolínea Iberia. En este audio, explicaba el funcionamiento de su supuesto negocio, que atrajo a cientos de personas, muchos de los cuales pagaron, pero nunca recibieron sus boletos.
La estafa y su funcionamiento
Karyna, cuya identidad real es Karina María Alvarado Ríos, de nacionalidad ecuatoriana, aseguraba que los empleados de Iberia podían acceder a un máximo de 16 boletos al año para amigos y familiares. En su mensaje, afirmaba que más del 60% de los trabajadores accedía a los pasajes y los revendía a precios que oscilaban entre 300 y 400 dólares. Además, ofrecía una segunda categoría de boletos, que incluía asiento confirmado, disponiendo de una tarifa que alcanzaba los 1200 dólares.
La mujer prometía que los boletos serían entregados una semana antes del viaje y destacaba que los compradores podían elegir sus fechas con hasta 50 días de anticipación. Sin embargo, esos boletos finalmente no llegaron, dejando a sus clientes decepcionados, especialmente en plenas vacaciones de invierno.
Promesas incumplidas y consecuencias
La situación comenzó a deteriorarse cuando los clientes empezaron a reclamar por sus pasajes. Karyna, acorralada y bajo presión, expresó su angustia y prometió devolver el dinero. No obstante, a medida que las quejas aumentaban, dejó de contestar llamadas. Según fuentes, su negocio se basaba en un acceso fraudulento a códigos de promoción internos de Iberia, con los que pretendía ofrecer tarifas más bajas que las del mercado.
Además, luego de un período donde muchos clientes disfrutaron de sus viajes, la estafa se evidenció cuando Karyna comenzó a enviar pasajes desde San Pablo, obligando a sus clientes a incurrir en gastos adicionales para llegar a Brasil antes de volar a Europa. La situación se tornó insostenible, y los reclamos por parte de los clientes se multiplicaban.
Repercusiones legales
Ante la magnitud de la estafa, se espera que las autoridades inicien investigaciones para determinar la extensión del fraude y las posibles complicidades. Mientras tanto, la confianza que sus clientes habían depositado en Karyna se ha transformado en un desastre, con cientos de personas engañadas y sin respuestas claras. La realidad de este delito pone de manifiesto la vulnerabilidad de aquellos que buscan ofertas atractivas sin verificar la legalidad y la autenticidad de los servicios ofrecidos.