El padre Guillermo Gómez, conocido por su labor en la Iglesia Catedral “Santo Domingo de Guzmán” en 9 de Julio, ha iniciado una propuesta transformadora en su actual misión en Quixaxe, Mozambique. Esta iniciativa tiene como objetivo brindar a niños y jóvenes un espacio seguro y de contención a través del deporte, extendiendo el legado de solidaridad que lo ha caracterizado.
Un Proyecto con Alma
El sacerdote ha diseñado un proyecto social y deportivo que busca fomentar la unión y la inclusión en la comunidad. Con el respaldo de la Peña Lincoln Azulgrana y la colaboración del comandante Juan Jorge Vozza Albamonte, este emprendimiento se presenta como una oportunidad para que los jóvenes desarrollen sus habilidades y disfruten de un ambiente de camaradería.
Inspiración y Confianza
El impulso tras esta iniciativa proviene de la filosofía del padre Gómez, que sostiene que “el amor y la solidaridad no entienden de fronteras”. Su visión es que, en un futuro cercano, se pueda establecer un club en Quixaxe, permitiendo así una mayor integración de los jóvenes con el deporte. A esta causa se han sumado no solo fieles locales, sino también simpatizantes del Club San Lorenzo de Almagro, quienes ven en este proyecto una extensión del espíritu solidario que caracterizó al padre Lorenzo Massa.
Avances y Participación
El proyecto se encuentra en una fase inicial, con trámites legales y administrativos en proceso. A pesar de estas etapas formales, ya ha generado un gran entusiasmo entre los involucrados, evidenciando un fuerte deseo de apoyar la causa. Las familias y simpatizantes están motivados a hacer de esta propuesta un hito en la comunidad, uniendo a 9 de Julio, San Lorenzo y Mozambique en un mismo esfuerzo.
Cómo Colaborar
Para quienes deseen unirse a esta noble causa, se pueden poner en contacto con la Peña Lincoln Azulgrana. Esta organización informará sobre los avances del proyecto y las diversas formas de colaboración. La meta es clara: construir un puente de unión basado en la fe, el deporte y la solidaridad, dejando una huella positiva en la comunidad local de Quixaxe.