El consumo de los hogares argentinos ha experimentado un crecimiento notable en el primer semestre de 2025, alcanzando el tercer mejor desempeño desde 2008. Según el Indicador de Consumo Familiar (ICF) de Poliarquía Consultores, este índice creció un 45% en comparación con el mismo período del año anterior. Este repunte destaca la recuperación del gasto en un contexto económico desafiante.
Crecimiento en el consumo
El aumento en el consumo coloca a este semestre justo por detrás de los segundos semestres de 2011 y 2015, momentos en los que las elecciones presidenciales suelen impulsar tanto el gasto público como el consumo privado. La cifra del ICF alcanzó los 126 puntos, un nivel que no se observaba desde hace más de una década, lo que subraya la magnitud de este crecimiento.
Recuperación de sectores vulnerables
El ICF, que se elabora a partir de encuestas nacionales sobre compras de electrodomésticos e indumentaria, ha mostrado una recuperación significativa, especialmente entre los sectores de menores ingresos. Estas áreas han sido históricamente las más afectadas por la inflación y la disminución del poder adquisitivo, lo que destaca el impacto positivo en estas comunidades.
Contexto y análisis
Este crecimiento se produce en un momento inusual, ya que no coincide con un año electoral. Tras el descenso del 13% registrado en el primer semestre de 2024, atribuido al ajuste fiscal y la pérdida de ingresos tras la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023, el ICF comenzó a mostrar signos de mejora. El segundo semestre de 2024 cerró con un incremento del 8%, consolidándose en los primeros seis meses de este año.
Los analistas están observando con atención este fenómeno. Existen interrogantes sobre si se trata de una recuperación genuina del poder de compra o simplemente de un rebote estadístico después de un período muy bajo. Por el momento, el consumo parece estar dando señales positivas, aunque persisten dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo.