Un reciente fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Mar del Plata ha marcado un hito en la defensa de los derechos de los consumidores. Después de una prolongada lucha legal de siete años, un cliente de Banco Macro recibirá una indemnización millonaria por los perjuicios sufridos a raíz de un error en la información sobre su situación crediticia. La entidad financiera había reportado al cliente como moroso tras haberle comunicado previamente que no tenía deuda. Este caso resalta la importancia de la precisión en la información crediticia y las responsabilidades de las instituciones financieras.
El conflicto y la decisión judicial
La disputa comenzó en agosto de 2018, cuando el cliente recibió un resumen de su tarjeta que indicaba un saldo de "0". Sin embargo, en octubre de ese mismo año, el banco lo reportó al Banco Central de la República Argentina (BCRA) como moroso en la categoría 5, la más grave del sistema. Esta contradicción entre las comunicaciones del banco llevó a la indemnización por perjuicios económicos y personales.
La Cámara subrayó que el banco había incurrido en un "actuar absolutamente reñido con la buena fe", dado que su mensaje original de que el cliente no tenía deuda fue invalidado por posteriores reportes erróneos. Esto afectó la reputación financiera del cliente, resultando en rechazos en solicitudes de crédito y en una situación de inseguridad patrimonial.
Conducta del banco y defensa legal
El tribunal criticó la falta de acción del Banco Macro para resolver el conflicto y evidenció un desinterés por parte de la entidad. Uno de los argumentos del banco para desestimar la aplicabilidad de la Ley de Defensa del Consumidor fue que el cliente era un comerciante. Este argumento fue desestimado por la Cámara, que determinó que los consumos eran de naturaleza personal y familiar. En este sentido, el tribunal afirmó que el cliente era un "destinatario final del servicio", lo que le confería la protección de la ley.
El fallo también enfatizó que los bancos y emisoras de tarjetas deben cumplir con su deber de información rigurosa, independientemente de la condición laboral del usuario. Cualquier falla en esta obligación puede tener consecuencias severas para los consumidores.
Detalles de la indemnización
La Cámara consideró que la incorrecta comunicación generó efectos perjudiciales que trascendieron lo patrimonial, incluyendo angustia y dificultades de acceso al sistema financiero. Como resultado, los montos de indemnización fijados en primera instancia fueron aumentados. La condena del tribunal incluye:
- Daño moral: $1.400.000, derivado del informe incorrecto al BCRA que afectó directamente la vida personal del cliente.
- Daño punitivo: $2.500.000, por la "flagrante violación a los derechos de los consumidores". Esta sumatoria busca involucrar un efecto disuasorio para prevenir futuros abusos por parte de las instituciones financieras.
El fallo subraya la necesidad de que la información remitida por los bancos al Banco Central sea precisa, coherente y verificable, dado que impacta directamente en la situación financiera y la reputación de los usuarios.

















