Muchos trabajadores argentinos se enfrentan a la posibilidad de seguir activos en sus puestos laborales después de obtener su jubilación, lo que plantea interrogantes sobre la legalidad y las implicancias de esta elección. Esta situación se vuelve relevante en un contexto económico donde los ingresos adicionales son fundamentales para muchos jubilados que buscan mantener su calidad de vida.
¿Qué ocurre con la persona que se jubila y permanece en la misma empresa?
Es común que los jubilados, con el consentimiento de sus empleadores, opten por continuar trabajando tras recibir su jubilación. Esta decisión puede obedecer a la necesidad de aumentar ingresos o al deseo de permanecer activos. Un aspecto importante es que, una vez jubilados, tanto el empleador como el trabajador inician un nuevo historial laboral, lo que significa que la antigüedad comienza a contarse desde cero.
El empleador tiene la facultad de conservar al trabajador jubilado, aunque puede dar por finalizado el contrato sin necesidad de indemnización. Sin embargo, la cobertura de salud se traspasa al PAMI o a la obra social correspondiente, lo que implica un cambio en la responsabilidad de la salud del jubilado.
¿Qué sucede si deseo jubilarme y continuar trabajando?
Los jubilados que eligen trabajar, ya sea en la misma empresa o en otra, deben aportar un 11% de su salario al Fondo Nacional de Empleo. Este aporte es crucial ya que, aunque contribuye, no afecta el monto de la jubilación que están percibiendo. Es fundamental mencionar que aquellos que reciben jubilación por invalidez o están bajo regímenes especiales, como los que desempeñan tareas peligrosas, no pueden retomar una relación laboral subordinada.
¿Cuánto tiempo se puede trabajar tras la jubilación?
La normativa argentina permite a los empleadores solicitar la jubilación de un empleado cuando este cumpla 70 años, siempre y cuando tenga al menos 30 años de aportes al sistema de seguridad social. Una vez que el empleador inicia este proceso, debe mantener la relación laboral hasta que el trabajador acceda a su beneficio jubilatorio, con un plazo máximo de un año.
En caso de que no se inste a jubilarse, la Ley 27.426 aclara que los trabajadores que continúan en sus puestos tras jubilarse aún pueden hacerlo sin restricciones temporales, aunque su antigüedad se fijará en cero para el cálculo de salarios y beneficios. La responsabilidad de la cobertura de salud recaerá, nuevamente, en el PAMI.
Situaciones especiales
Existen ciertas condiciones que pueden impedir la continuidad laboral para algunos jubilados:
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Jubilación por invalidez: El beneficiario no puede volver a trabajar en relación de dependencia. Si lo hiciera, se suspendería el pago de los haberes.
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Regímenes especiales: Aquellos que se jubilan por trabajos peligrosos o insalubres tampoco podrán reintegrarse en relación de dependencia en actividades similares.
- Prestaciones previsionales: Quienes reciben pensionados de distintas administraciones deben optar entre su jubilación o el trabajo en administraciones públicas.