La planta de producción de Tía Maruca, ubicada en Albardón, San Juan, se encuentra en una situación de incertidumbre tras la reciente detención de su actividad. Desde el pasado lunes, la empresa Dilexis informó que otorgaría siete días de licencia obligatoria a sus casi 300 empleados, exceptuando a aquellos que realizan labores específicas. Esta decisión ha generado inquietud entre los trabajadores, quienes aún recuerdan situaciones de tensiones laborales previas.
Motivos de la Detención
De acuerdo con un comunicado del área de Recursos Humanos de Dilexis, la interrupción de la producción responde a trabajos de montaje y mantenimiento en las líneas de producción. La gerencia de la compañía destacó que se trata de una parada planificada, no relacionada con problemas de consumo ni con la situación económica general del mercado.
Preocupaciones entre los Empleados
A pesar del mensaje tranquilizador de la empresa, la noticia ha revivido los miedos de los trabajadores, quienes anteriormente habían enfrentado demoras salariales. La empresa, aunque descartó cualquier riesgo de despidos o cierre, confirmó que revisará gastos y esquemas de trabajo en el marco de esta parada.
Contexto Industrial y Respuesta de la Gerencia
La situación actual no es aislada; Dilexis ya había sido objeto de reclamos en el pasado. En mayo, los empleados denunciaron atrasos en el pago de salarios. En ese momento, el CEO de Dilexis, Pablo Tamburo, admitió ciertas demoras de días, aunque negó la existencia de deudas acumuladas. "Nos tienen que sacar muertos de ahí. Esta planta está viva y creciendo. Tenemos desafíos, no problemas", comentó Tamburo en defensa de la continuidad de operaciones.
La Planta de Albardón y su Importancia
La planta de Tía Maruca opera en tres turnos diarios y es una de las más relevantes en San Juan, jugando un papel crucial en el empleo de la región. Medios locales han reportado que Dilexis está evaluando alternativas para reorganizar su esquema laboral y asegurar la continuidad de la producción, que abastece una parte significativa del mercado nacional de galletitas.
A pesar de que al 31 de julio, tanto la empresa como los gremios habían informado de una normalización en los pagos, la reciente interrupción ha reinstalado la preocupación entre los empleados y la comunidad consumidora.