Cuando se piensa en la suciedad en el hogar, comúnmente se asocia a lugares como la cocina o el baño. Sin embargo, un objeto cotidiano puede ser mucho más contaminado que esos espacios. De hecho, se usa a diario sin prestarle atención, pero es importante destacar que alberga más bacterias que un asiento de inodoro.
Contaminación en el hogar y en la oficina
Numerosos estudios universitarios han confirmado que el teclado de la computadora es uno de los puntos con mayor concentración de microorganismos en entornos domésticos y laborales. Este fenómeno ocurre porque pasamos horas frente a la computadora, a menudo sin lavarnos las manos antes de teclear.
Investigaciones realizadas por la Universidad de Arizona revelaron que un escritorio puede contener hasta 400 veces más bacterias que un inodoro. Este dato no solo resulta impactante, sino que también alerta sobre los riesgos potenciales que conlleva, ya que algunos gérmenes presentes pueden ser perjudiciales para la salud.
Riesgos bacteriológicos
Las pruebas de laboratorio han identificado diversos tipos de bacterias en los teclados, incluyendo Staphylococcus aureus, E. coli y Clostridium difficile. Si bien la mayoría de estos microorganismos no causan infecciones en individuos sanos, su presencia representa un riesgo para personas con un sistema inmunológico debilitado o enfermedades crónicas. En espacios compartidos como oficinas y aulas, la exposición a estos gérmenes se multiplica.
La Universidad de Colorado llevó el análisis más allá al descubrir que cada teclado presenta una "huella bacteriana" única, identificable a través de los microbios que lo habitan, lo que permite rastrear al usuario casi como si fuera una firma invisible.
Contaminación en espacios públicos
La problemática no se limita al hogar. En lugares públicos, cibercafés o entornos laborales donde los equipos son compartidos, los niveles de contaminación pueden ser aún más alarmantes. La combinación del hábito de comer frente a la computadora y la falta de limpieza regular exacerba la situación.
Cómo limpiar correctamente el teclado
Afortunadamente, mantener un teclado limpio no requiere mucho esfuerzo. Se recomienda pasar un paño de microfibra humedecido con alcohol isopropílico al 70%, teniendo cuidado de no dejar que el líquido entre en las ranuras. Las toallitas desinfectantes son igualmente efectivas, especialmente en teclados compartidos.
El uso de aire comprimido puede ayudar a eliminar migas y polvo entre las teclas, y también existen fundas de silicona o plástico que actúan como barrera y son lavables. Sin embargo, uno de los consejos más importantes y a menudo olvidados es lavarse las manos antes de usar la computadora y evitar comer sobre ella.
Aunque la limpieza no erradica por completo las bacterias, reduce drásticamente su cantidad y el riesgo de contagio.

















