El próximo 4 de diciembre, de 7 a 8 de la mañana, los trabajadores del subte B llevarán a cabo una movilización en la estación Federico Lacroze, en Buenos Aires, como respuesta a una grave situación de acoso y violencia laboral que afecta a una de sus compañeras.
Denuncia de acoso y falta de apoyo
La medida se enmarca en el reclamo por el caso de Araceli Pintos, una empleada de limpieza que denunció haber sufrido acoso por parte de un agente de policía. Los trabajadores expresan su malestar por la respuesta de la empresa, que, según el comunicado oficial, “defendió al acosador” y decidió trasladar a Araceli a otra línea, mientras el agresor continuó en su puesto.
El comunicado señala que la concesionaria ejerció “violencia laboral a través de supervisores” y que, tras la denuncia de Araceli, se produjo su desvinculación. Además, los empleados acusan que se pretendía que ella “soportara y callara el abuso” si deseaba mantener su empleo.
“Esta situación se da en el marco de un avance de las prácticas persecutorias, violatorias del convenio colectivo y de las normativas vigentes”, advirtieron los trabajadores, quienes denunciaron que este hecho es “profundamente discriminatorio e ilegal”, contraviniendo las leyes de igualdad y género que, según afirman, la empresa dice defender.
Un contexto de problemáticas laborales
Por último, los empleados hicieron hincapié en la crisis sanitaria que enfrenta la red de subtes, citando la presencia de asbesto cancerígeno en las instalaciones, que ha afectado y provocado la muerte de trabajadores. También denunciaron actitudes antisindicales por parte de la concesionaria y señalaron la ausencia de inversión y mantenimiento en el servicio.
Los trabajadores han dejado en claro que no descartan nuevas medidas de protesta en los próximos días si la situación no se resuelve.


















