El secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, se encuentra evaluando medidas para abordar la creciente superpoblación de carpinchos en el norte de la provincia de Buenos Aires, especialmente en el barrio de Nordelta. La propuesta principal consiste en trasladar a estos roedores a islas de San Fernando y del Delta. Esta situación surge a raíz de un incremento notable de la fauna silvestre en áreas urbanizadas, generado por el desarrollo inmobiliario en la región.
Medidas de Traslocación
El funcionario ha indicado que, tras conversaciones con especialistas, se implementará un programa de traslocación de los carpinchos. “La intención es crear un santuario donde puedan alimentarse adecuadamente”, afirmó Scioli. La propuesta busca proporcionar un hábitat más adecuado para estos animales, considerando la participación de la comunidad en el proceso: “La traslocación no será compulsiva, sino consensuada”, aseguró, enfatizando la importancia de que los vecinos involucrados puedan tener seguimiento y visitar a los animales en su nuevo hábitat.
Aumento de Conflictos
La interacción entre humanos y carpinchos ha desencadenado una serie de conflictos. Según estimaciones no oficiales, hay más de 3.000 capibaras en la zona, lo que ha generado incidentes significativos, como accidentes de tránsito y posibles enfermedades. El veterinario Adrián Petta ha reportado un aumento en las atenciones por mordeduras y ataques a mascotas desde la llegada de estos roedores. La presencia de carpinchos se ha convertido en una problemática diaria, con repercusiones hasta en la prensa internacional.
Reacción de la Comunidad
La reacción de los vecinos ha sido diversa. Algunos han adoptado actitudes amistosas hacia los carpinchos, como se evidenció en un video viral de TikTok donde una joven interactuaba con uno de los animales. En contraste, otros han optado por medidas agresivas, como la instalación de cercas electrificadas, lo que ha generado polémica, dado que esta práctica infringe las normativas ambientales.
La situación pone de manifiesto la necesidad de encontrar un equilibrio entre la vida silvestre y las comunidades urbanas, un desafío que las autoridades locales están intentando gestionar a través de diálogos y soluciones sustentables.