Santa Fe actualiza su Constitución para incluir derechos digitales históricos

Hace pocas semanas, la provincia de Santa Fe se destacó por convertirse en la primera en Argentina y una de las pocas en América Latina en actualizar su Constitución con artículos relacionados con lo digital. Este avance significa reconocer derechos fundamentales como el acceso a Internet y la ciberseguridad, señalando que la vida cotidiana está profundamente influenciada por el entorno digital, tal como lo estuvieron en su momento la imprenta o la electricidad.

Un desafío para el Estado y la ciudadanía

Este logro constitucional plantea un interrogante crucial: ¿es suficiente que el Estado garantice estos derechos? La respuesta es negativa. Aunque el Estado debe implementar políticas públicas adecuadas a esta nueva normativa, los ciudadanos también deben asumir la responsabilidad en el uso de Internet. Esto abarca desde el contenido que compartimos hasta la manera en que nos protegemos en este entorno.

La violencia verbal en el espacio digital

La naturalización de la violencia verbal en las redes sociales es preocupante, especialmente cuando proviene de figuras políticas prominentes, incluido el presidente. Este fenómeno legitima comportamientos agresivos, confundiendo la libertad de expresión con el derecho a insultar. La agresión se ha vuelto una forma común de participación en el debate público.

No podemos aceptar que la pantalla sirva como un escudo que permite decir lo que no se diría cara a cara. Esta lógica se replica en Internet, transformando el entorno digital en un espacio marcado por la violencia.

Educación y responsabilidad digital en la familia

La enseñanza sobre cómo comportarse en Internet es tan importante como enseñar a cruzar la calle. Los adultos deben ser referentes claros para las nuevas generaciones. Lo que normalizamos como padres y educadores se refleja en las conductas de los jóvenes.

Actualmente, plataformas como YouTube, Twitch y TikTok modelan comportamientos que pueden llevar al bullying y a la violencia tanto en el entorno digital como en la vida real. La falta de conexión cultural entre generaciones agrava este problema, haciendo que la educación digital se vuelva esencial.

Redes sociales como agentes de captación

Las redes sociales y los videojuegos están convirtiéndose en un semillero para grupos criminales y extremistas. Los jóvenes que se sienten marginados son vulnerables ante discursos radicales que les ofrecen pertenencia. Este fenómeno no es exclusivo de otros países; en los últimos diez años en Argentina, se han realizado allanamientos relacionados con redes de terrorismo internacional.

Hoy más que nunca, es fundamental estar alertas ante cómo estas plataformas pueden ser utilizadas para reclutar y radicalizar a personas jóvenes.

La construcción de la ciudadanía digital

La nueva Constitución de Santa Fe abre un camino, pero el desarrollo de una ciudadanía digital efectiva no depende únicamente de la ley. Es un esfuerzo colectivo que involucra al Estado, a las familias, a las escuelas, a las empresas y, sobre todo, a cada usuario.

La ciudadanía digital implica una doble responsabilidad: protegernos y respetar a los demás. Es crucial adaptarse y formar un nuevo vocabulario que refleje esta realidad en constante cambio, enseñando con el ejemplo.

La gran pregunta que queda es: ¿podremos transformar esta Constitución moderna en prácticas efectivas que beneficien a todos? Este es el verdadero reto que enfrentamos.

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