Hoy, la comunidad católica celebra el Día de San Cayetano, una fecha significativa que convoca a miles de fieles en Argentina y en otros países a rendir homenaje al santo patrono del pan y del trabajo. Esta festividad, que se conmemora el 7 de agosto, refleja la profunda devoción hacia Gaetano di Thiene, quien dedicó su vida a ayudar a los más necesitados.
Día de San Cayetano
San Cayetano, personaje central de esta celebración, es comúnmente representado sosteniendo al niño Dios en sus brazos. Miles de devotos visitan las iglesias que lo veneran, donde se alinean para orar y agradecer por los dones del pan y el trabajo. El legado de San Cayetano es particularmente notable por su compromiso con los pobres.
Nacido el 1 de octubre de 1480 en Vicenza, Italia, San Cayetano provenía de una familia noble y rica. Estudió en la Universidad de Padua, donde obtuvo dos doctorados. Más tarde, se trasladó a Roma, donde se convirtió en secretario privado del Papa Julio II y notario de la Santa Sede. A la edad de 33 años, fue ordenado sacerdote y comenzó a trabajar incansablemente en la ayuda a los pobres y enfermos.
Su mayor inquietud fue la corrupción en la Roma de su tiempo, lo que lo llevó a formar una congregación destinada a ayudar a los más necesitados. Regresó a su ciudad natal, donde fundó hospitales y dedicó tiempo a confortar a los enfermos. Se le atribuyen varios milagros, incluido el de sanar a una joven cuya pierna estaba en grave peligro de ser amputada. San Cayetano falleció en Nápoles el 7 de agosto de 1547, y fue canonizado en 1671 por el Papa Clemente X.
La Devoción en Argentina
En Argentina, la devoción a San Cayetano es particularmente intensa y se manifiesta a través de diversas celebraciones y rituales cada 7 de agosto. En este día, miles de fieles se agolpan en las iglesias dedicadas al santo, donde presentan sus peticiones y agradecimientos en busca de sustento y empleo.
Las largas filas de devotos, portando velas y estampitas, son una imagen característica de la jornada. La oración más común invita: “Que no nos falte el pan, la paz y el trabajo”, reflejando la necesidad y esperanza de muchas familias. En el ámbito internacional, San Cayetano también es invocado por su ayuda a las personas vulnerables y desprotegidas, consolidando su figura como un símbolo de asistencia y esperanza.