Facundo Jones Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), ha sido condenado a prisión preventiva por un periodo de 90 días. Esta decisión fue tomada por la Justicia Federal tras una audiencia virtual en la que se formalizaron los cargos en su contra. En las próximas horas, Jones Huala será trasladado a la unidad penitenciaria federal de Rawson.
Imputaciones y Contexto
Los fiscales Ángela Pagano Mata y Fernando Arrigo han imputado a Jones Huala por apología del crimen, asociación ilícita agravada e intimidación pública. Su detención se llevó a cabo el pasado domingo en El Bolsón, cuando fue interceptado por la Policía Federal al descender de un colectivo que provenía de Bariloche.
Desde el momento de su arresto, la defensa ha puesto en duda la legalidad del procedimiento. Jones Huala fue capturado antes de que el juez subrogante de Bariloche, Ezequiel Andreani, emitiera una orden de detención, lo que ha llevado a su equipo legal a argumentar que se trató de una detención irregular.
Declaraciones y Denuncias
Los cargos que enfrenta Jones Huala están vinculados a sus manifestaciones durante la presentación de su libro, "Entre Rejas, Antipoesía Incendiaria," en febrero de este año. En dicha ocasión, defendió actos de violencia como métodos legítimos para luchar contra "el sistema capitalista, las transnacionales y los terratenientes," justificando el uso de "cualquier método" para defender sus ideales.
A raíz de estas declaraciones, el Ministerio de Seguridad, junto con el gobierno de Chubut, presentó una denuncia que lo acusa de incitación a la violencia colectiva y otros delitos graves.
Posibles Consecuencias Legales
El juez Andreani ha decidido avanzar con la investigación por violaciones al artículo 213 bis del Código Penal Argentino, que estipula penas de entre 3 y 8 años de prisión para quienes integren organizaciones que promuevan el uso de la fuerza. Además, se le investiga por asociación ilícita (artículo 210) y pertenencia a una organización criminal que atente contra el orden constitucional (artículo 210 bis), delitos con penas que pueden alcanzar hasta 20 años de prisión.
Este caso pone en evidencia el complejo y tenso contexto en el que operan organizaciones como la RAM y el enfoque del Estado respecto a actividades que consideran desestabilizadoras. La evolución de este proceso judicial será clave para definir el futuro de Jones Huala y del conflicto en el que está involucrado.