Plomer, un pintoresco pueblo en la provincia de Buenos Aires, se presenta como una alternativa ideal para quienes buscan escapar del bullicio de la ciudad. Situado a poco más de una hora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, este pequeño rincón rural es inhabitado por menos de 200 personas y ofrece un refugio de calma, tradiciones y un contacto auténtico con la vida de campo.
El pasado ferroviario de Plomer
Plomer fue fundado a principios del siglo XX, desarrollándose principalmente alrededor de su estación de tren, inaugurada en 1908. En su época dorada, esta línea ferroviaria conectaba General Las Heras con González Catán, e incluso alcanzaba a Rosario. El tren jugó un papel crucial en el transporte de pasajeros y productos agrícolas, favoreciendo así el comercio local.
Hoy en día, aunque los trenes ya no circulan, la estación se erige como un símbolo de su historia, convirtiendo el lugar en un punto de interés para los visitantes. Los andenes y carteles antiguos atraen a los apasionados de la fotografía y a los interesados en la historia ferroviaria, quienes encuentran en Plomer un entorno nostálgico.
Qué hacer en una escapada a Plomer
El pueblo no solo se limita a su estación; presenta diversas opciones para los visitantes:
- Recorrer el casco urbano: Disfrutar de sus calles de tierra y casonas antiguas.
- Visitar la estación: Conocer su historia y dialogar con vecinos que vivieron sus mejores épocas.
- Peñas folclóricas: Participar en encuentros con música y gastronomía local.
- Gastronomía criolla: Probar las carnes asadas y empanadas en lugares típicos como El Vasquito y Los Tobianos.
Dónde queda y cómo llegar
Plomer está ubicado en el partido de General Las Heras, a unos 92 kilómetros al oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su cercanía lo convierte en un destino perfecto para una escapada de un día o un fin de semana.
Para acceder en auto, se debe tomar el Acceso Oeste y luego la Ruta Provincial 6, siguiendo las indicaciones que llevan a General Las Heras y posteriormente a Plomer. El trayecto dura aproximadamente una hora y media, dependiendo del tránsito.
Una escapada con sabor a otra época
Visitar Plomer es sumergirse en un tiempo en el que el tren dominaba la vida local. Este pequeño pueblo invita a caminar sin prisa y a escuchar las historias de sus habitantes, disfrutando de comidas al aire libre mientras se aprecia el paisaje del campo.
En un mundo cada vez más acelerado, Plomer ofrece una experiencia de pausa, historia y hospitalidad, transformándose en una escapada que promete perdurar en la memoria de quienes la visitan.