El fotógrafo Pablo Grillo sigue hospitalizado en terapia intensiva tras sufrir graves heridas el 12 de marzo, durante la represión de las fuerzas de seguridad durante la marcha de jubilados al Congreso. Su estado es considerado "clínicamente estable", según la cuenta en X, @JusticiaXGrillo, administrada por sus familiares y amigos.
Estado de salud
Los informes médicos indican que Grillo está "neurológicamente en una meseta". Además, se ha señalado que el líquido cefalorraquídeo (LCR) no es suficiente para cubrir la totalidad de su cerebro. Esto ha generado preocupaciones sobre la dilatación del ventrículo cerebral derecho, donde se sospecha que la válvula que regula el LCR no estaría funcionando correctamente.
Procedimientos médicos
La cuenta informó que, en las próximas horas, se le realizará un procedimiento para cerrar manualmente la válvula afectada mediante una pequeña incisión. Esta intervención es crucial para su tratamiento y recuperación.
Detalles del incidente
Grillo fue alcanzado en la cabeza por una cápsula de gas lacrimógeno disparada ilegalmente por un agente de Gendarmería, lo que le provocó una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica. Tras el incidente, estuvo internado varios meses en el Hospital Ramos Mejía, donde ha sido sometido a múltiples cirugías para salvar su vida.
Situación judicial
En el ámbito judicial, el gendarme Héctor Jesús Guerrero, identificado como el autor del disparo, está imputado pero continúa en libertad a la espera de prestar declaración indagatoria el 2 de septiembre. La situación de Grillo ha generado un amplio interés tanto en medios de comunicación como entre la comunidad, resaltando la necesidad de justicia en este tipo de casos.