OpenAI ha hecho una revelación alarmante relacionada con la actividad de la empresa DeepSeek, vinculándola con prácticas de destilación de datos. Esta técnica permite obtener información valiosa de modelos de inteligencia artificial más grandes. Según reportes de Microsoft, a finales de 2024 se detectó que grandes volúmenes de datos eran extraídos a través de cuentas de desarrolladores de OpenAI, las cuales se sospecha que están asociadas a DeepSeek.
Las medidas de protección se intensifican
Ante estos riesgos, las grandes tecnológicas están implementando medidas de seguridad más estrictas. OpenAI introdujo en abril un proceso de verificación de identidad para acceder a sus modelos avanzados, excluyendo a China de la lista de países autorizados. Por su parte, Google ha empezado a "resumir" los rastros generados por sus modelos en AI Studio, lo que dificulta el entrenamiento de inteligencias artificiales competidoras.
La situación se torna más compleja al considerar que DeepSeek podría haber infringido las reglas impuestas por OpenAI y Google. Los términos de servicio de OpenAI prohíben explícitamente el uso de sus respuestas para desarrollar IA competidoras, mientras que Google advierte que esta práctica representa una amenaza significativa para sus ventajas competitivas. Esto significa que, si se confirman las acusaciones, DeepSeek no solo ha violado contratos, sino que ha aprovechado años de investigación sin reconocimiento ni compensación.
¿Práctica común o violación de derechos?
Sin embargo, algunos analistas consideran que la destilación de datos es una práctica habitual en el desarrollo de inteligencia artificial. Nathan Lambert, investigador del instituto AI2, argumenta que para DeepSeek tiene sentido económico crear datos sintéticos a partir de modelos de alta calidad, especialmente dado que la empresa enfrenta limitaciones de hardware pero cuenta con abundante capital. Esta estrategia les permite maximizar su acceso a recursos computacionales.
Tensiones geopolíticas en el sector tecnológico
La controversia también pone de relieve las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos en el ámbito tecnológico. La supuesta práctica de DeepSeek de desarrollar inteligencia artificial utilizando datos estadounidenses añade un nivel estratégico al conflicto. Las acciones de OpenAI que excluyen a China de ciertos servicios reflejan preocupaciones sobre la transferencia tecnológica y la competencia desleal, en un sector considerado crítico para la seguridad nacional.