En un movimiento significativo para la economía argentina, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han confirmado nuevos desembolsos que, en conjunto, superan los US$7000 millones destinados a proyectos tanto públicos como privados en el país. Estos fondos buscan acelerar inversiones estratégicas, apuntalar el crecimiento y promover la competitividad en sectores clave como la minería, la energía y el turismo.
Desembolsos del Banco Mundial
El Banco Mundial destinará US$4000 millones a través de tres de sus organismos: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA). El propósito de esta inyección de capital es fortalecer actividades con alto potencial exportador y de generación de empleo, especialmente en pymes y proyectos de desarrollo energético. “Buscamos respaldar la agenda de reformas y crecimiento a largo plazo del país”, afirmaron representantes de la entidad.
Aportaciones del BID
Por su parte, el BID ha aprobado US$2900 millones para el sector público, orientados a reformas estructurales y programas de eficiencia. Además, se canalizarán otros US$1000 millones a través de BID Invest, enfocados en iniciativas privadas en áreas como energía, minerales críticos, salud y conectividad. “El desafío es que los fondos aprobados se transformen en inversiones reales con impacto en infraestructura y desarrollo productivo”, subrayó el presidente del BID, Ilan Goldfajn.
Regiones beneficiadas
El estudio de la Fundación Mediterránea destaca que estos nuevos flujos de capital podrían redistribuir el crecimiento hacia regiones con abundancia de recursos naturales. Entre las principales beneficiadas se destacan las provincias de Patagonia, Cuyo y el Noroeste argentino.
Inversiones en Hidrocarburos y Minería
En el sector hidrocarburífero, las áreas de mayor inversión serán la cuenca Neuquina, que incluye a Neuquén, Mendoza y Río Negro, así como la cuenca del Golfo San Jorge en Chubut y Santa Cruz. Especialmente, Neuquén ya ha presentado tres proyectos bajo el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), concentrando el 17% del empleo en la industria energética.
En el ámbito minero, provincias como Catamarca, Salta, San Juan y Jujuy están avanzando en proyectos de litio, cobre y oro. Río Negro, por su parte, se está enfocando en el transporte de hidrocarburos y energías renovables.
Otras provincias y sus potenciales
Mientras tanto, el informe establece un segundo grupo de provincias que también podrían beneficiarse, incluyendo a Buenos Aires, Chubut y Santa Cruz. La provincia de Buenos Aires, conocida por su diversificación productiva, podría captar parte de los fondos destinados a energías limpias. Chubut se asiente en la generación eólica, mientras que Santa Cruz combina minería y energía, que representan el 20% del empleo provincial.
En el contexto de beneficios más limitados, se encuentran Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Misiones y Tierra del Fuego. Córdoba y Santa Fe continúan su liderazgo agroindustrial, mientras que Mendoza resalta en turismo y sector energético.
Impacto esperado
De acuerdo con la Fundación Mediterránea, los anuncios del BID y el Banco Mundial, junto con los proyectos presentados en el marco del RIGI, podrían marcar un cambio estructural en las economías regionales. Sin embargo, el informe advierte que el reto será transformar los compromisos financieros en inversiones efectivas que impulsen el empleo, la infraestructura y la productividad en todo el país.
















