El acto liderado por el diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, en la sede del Partido Justicialista (PJ) ha marcado un punto de inflexión en el actual clima político argentino, caracterizado por la tensión en torno a la figura de su madre, Cristina Kirchner. Durante su intervención, el diputado criticó abiertamente a los jueces que manejan la causa de la exmandataria, acusándolos de haber sido “nombrados por Mauricio Macri”, lo que, según él, compromete la imparcialidad del juicio.
Contexto Político y Declaraciones
El evento tuvo lugar en el marco de la conmemoración de los 70 años del bombardeo a Plaza de Mayo, congregando a un nutrido público que expresó su respaldo. Kirchner argumentó que la condena que enfrenta su madre ha “violado todas las garantías”, señalando que su “condición de mujer” ha influido negativamente en el veredicto. En una clara insinuación hacia un posible sesgo de género, manifestó que “les molesta ver bailar a una mujer en el balcón con su pueblo”.
El diputado hizo hincapié en la imparcialidad de los jueces, afirmando que “nadie está diciendo que no nos investiguen”, pero se requiere una “justicia objetiva”. Resaltó que el actual sistema judicial deriva de nombramientos políticos bajo la gestión de Macri, lo que, según él, ha beneficiado a ciertos magistrados.
Revitalización del PJ y Unidad Peronista
Kirchner resaltó la necesidad de revitalizar al PJ, manifestando que el partido debe abarcar “compañeros y compañeras con ganas de debatir y formarse”. Insistió en que la unidad del peronismo es crucial de cara a las próximas elecciones, proponiendo la creación de una “mayoría social” que represente de manera adecuada a la ciudadanía.
Definiendo a Cristina Kirchner como “perseverante y decidida”, destacó la importancia del apoyo popular. “Ella está dispuesta a dar todas las batallas que sean necesarias”, afirmó, reflejando la conexión emocional que mantiene con sus seguidores.
Movilización de la Militancia K
Por último, Máximo Kirchner instó a la militancia a organizarse y participar en una caravana hacia el departamento de Cristina Kirchner. Esta actividad había sido planificada antes de la condena judicial, evidenciando la capacidad de respuesta del PJ en momentos críticos y su intención de movilizar a sus bases.