El sistema de peajes en la Ciudad de Buenos Aires sufrirá una transformación significativa a partir de 2026, cuando se prohiba el pago en efectivo en todas las autopistas. Esta medida, que afectará a millones de usuarios que utilizan las vías urbanas y los accesos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), tiene como objetivo modernizar el sistema de movilidad y facilitar la circulación.
Implementación de un sistema 100% digital
A partir de mediados de 2025, se iniciará una etapa de instalación masiva de dispositivos automáticos en las cabinas de peaje. Además, se incorporarán tecnologías que incluirán la lectura de patentes y el sistema TelePASE. La intención es garantizar una transición gradual hacia un esquema completamente digital, eliminando así las complicaciones relacionadas con el manejo de efectivo.
Beneficios esperados
Las autoridades gubernamentales han destacado que esta iniciativa busca agilizar la circulación, reducir errores en el cobro y evitar demoras ocasionadas por la manipulación de dinero. Entre los accesos donde se implementará esta medida se encuentran la Riccheri, la autopista Ezeiza-Cañuelas, la Lugones y la General Paz, todos corredores con uno de los tránsitos más altos del país.
Modernización del tránsito urbano
Desde el Gobierno porteño se subraya que este cambio forma parte de un proceso más amplio de modernización del tránsito urbano. Al adoptar estándares internacionales de movilidad inteligente, se espera aliviar los congestionamientos en horas pico y mejorar la eficiencia de la red vial, beneficiando tanto a los vehículos particulares como a las motos y sistemas de transporte público o interurbanos.