La tasa de interés en pesos ha vuelto a retroceder, consolidando una tendencia que se ha acentuado tras las elecciones legislativas de octubre. Gracias a los recortes sucesivos implementados por el Banco Central (BCRA) y un clima financiero más estable, los rendimientos ofrecidos por los bancos a los ahorristas han caído aproximadamente 20 puntos porcentuales en menos de dos meses.
Plazos fijos en mínimos: menos de 25% en bancos de primera línea
Los plazos fijos minoristas han sido los más impactados. La tasa a 30 días, que antes de las elecciones oscilaba alrededor del 47%, se ha desplomado hasta el 28%, y en varias entidades de primera línea ya se encuentra por debajo del 25% anual.
Asimismo, el ajuste también ha afectado a los depósitos mayoristas. La tasa Tamar, que el BCRA utiliza para colocaciones superiores a $20 millones, ha caído desde el 58,5% previo a las legislativas a menos de 30% esta semana.
Este retroceso, sumado al límite impuesto a las inversiones en cauciones, ha reducido significativamente los rendimientos de fondos comunes de inversión y billeteras virtuales.
Por qué bajan las tasas
La disminución de tasas fue impulsada por la política monetaria, que incluye la flexibilización de encajes y una menor tasa para los pesos excedentes que los bancos colocan en el BCRA. Sin embargo, el cambio en las expectativas también ha sido crucial.
El economista Gonzalo Lacunza, de la consultora Empiria, señala que tras las elecciones “las expectativas se han vuelto mucho más optimistas respecto a la evolución del tipo de cambio y la inflación”. Explica que “el esquema de bandas cambiarias vigente podría continuar, lo que reduce la depreciación esperada del peso”.
Primeros efectos: crédito más barato (pero lentamente)
Una tasa de referencia más baja generalmente se traduce en un crédito más accesible, lo que puede dinamizar tanto el consumo como la inversión. Según GMA Capital, la caída de tasas no solo permite una recuperación de los préstamos, sino que también contribuye a aliviar los niveles de morosidad, que habían estado en aumento.
Ya se comienzan a ver los efectos, aunque de forma desigual:
- Adelantos en cuenta corriente: disminuyeron de 86,5% antes de las elecciones a 32,6% esta semana (una bajada de 50 puntos básicos).
- Préstamos personales: también retrocedieron, aunque menos, de 84% a 75%.
Lacunza advierte que este segmento debe acelerar su ajuste: “La tasa de préstamos personales viene corrigiendo mucho más lento y será importante que acelere la compresión para impulsar el crédito a las familias”.
Menos volatilidad, más previsibilidad
El economista destacó que el mayor beneficio puede no ser únicamente la baja en sí, sino la estabilidad que se proyecta. “El efecto positivo puede venir por la estabilidad en los niveles de tasa. A las empresas les puede dificultar más la volatilidad que el nivel. Asignan mejor los recursos cuando la tasa es estable, incluso si es alta”, sostuvo.
Qué puede pasar en los próximos meses
Con tasas más bajas y un clima financiero más ordenado, el crédito tiene posibilidad de expandirse. Los analistas coinciden en que la clave es evitar un recorte excesivamente agresivo.
“Será mejor que esta baja sea gradual pero sostenible. Si se acelera demasiado, las tasas podrían volverse negativas en términos reales y quedar por debajo de la depreciación esperada, lo que obligaría a una corrección innecesaria”, advirtió Lacunza.
Mientras tanto, los ahorristas deberán acostumbrarse a rendimientos más modestos y tanto las empresas como las familias podrían empezar a notar un leve alivio en el costo del financiamiento.
