Los recientes resultados de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires han dejado al Unión Cívica Radical (UCR) en una posición comprometida, evidenciando una crisis interna sin precedentes. A pesar de su participación histórica, solo 12 de los 27 intendentes de la UCR lograron revalidar su mandato, lo que marca un hito significativo en su trayectoria política.
La derrota de Miguel Lunghi
Entre las sorpresas de la jornada, destaca la pérdida de Miguel Lunghi, quien había sido un histórico líder en Tandil desde su primer mandato en 2003. Este resultado es notable, ya que es la primera vez que pierde un cargo después de cinco elecciones de medio término. En esta ocasión, los candidatos de Lunghi no lograron ni el segundo puesto, quedando en tercer lugar con menos de 10,000 votos, frente a los 24,000 obtenidos por las fuerzas opositoras, Fuerza Patria y La Libertad Avanza.
Lunghi expresó su desilusión: “No es tan fácil decir unas palabras después de estar tan acostumbrado a seis triunfos consecutivos”, reconociendo el peso de esta derrota.
Nuevos líderes emergen
En contraste con la UCR, los ganadores de esta contienda electoral fueron el camporista Rogelio Iparraguirre, quien consiguió llevar al peronismo a su primer triunfo en 40 años, y Gonzalo Santamarina, un dirigente vecinal que previamente se había postulado con La Libertad Avanza.
La situación de la UCR
La UCR enfrenta una reestructuración urgente, con la mayoría de sus jefes comunales alineándose en el espacio Somos Buenos Aires, que intenta integrar otros sectores del centro político como la Coalición Cívica y el GEN. Sin embargo, el impacto de esta estrategia ha sido limitado y no ofrece explicaciones concluyentes sobre los resultados obtenidos.
Los intendentes que lograron conservar su posición incluyen a Érica Revilla (General Arenales), Martín Randazzo (General Lamadrid), y varios más, aunque la mayoría operó bajo la candidatura de Somos Buenos Aires. Por otro lado, varios intendentes como Javier Andrés (Adolfo Alsina) y Emilio Cordonnier (Ayacucho) se encuentran entre los que no lograron salir victoriosos.
En resumen, la situación actual de la UCR refleja una necesidad de análisis y adaptación a un escenario político cambiante, en donde su capacidad para reagruparse y atraer apoyo se pondrá a prueba en los próximos meses.