El Juzgado Civil y Comercial N°7 de Mercedes ha decretado la quiebra de Lácteos Conosur S.A., conocida como La Suipachense, poniendo fin a más de 70 años de historia en el sector lácteo. Como resultado de esta decisión, los 140 trabajadores de la planta ubicada en Suipacha se quedarán sin empleo. La empresa había estado atravesando un severo conflicto gremial y su situación laboral se volvió insostenible.
Medidas Judiciales
La resolución del juez incluyó la inhabilitación definitiva de la empresa y de su administrador, el empresario venezolano Jorge Luis Borges León. Según el fallo, Borges León deberá solicitar "autorización judicial expresa" para salir del país, y también se prohibió la salida de bienes de la compañía. Además, se ordenó la clausura del establecimiento en Suipacha, con la incautación de documentación clave. A Borges León se le exigió entregar las llaves y claves de acceso digital al lugar.
Contexto de la Quiebra
La quiebra de La Suipachense sigue a la reciente quiebra de Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima (ARSA), que fue declarada en quiebra el 6 de noviembre. ARSA operaba en el partido de Lincoln y empleaba a 180 personas en su planta, además de 200 más en Córdoba. Su cierre representa una pérdida significativa en el sector lácteo, dado que abastecía a 70,000 comercios en todo el país.
La situación de La Suipachense se había deteriorado tras la intimación judicial para presentar un plan de acción a finales de octubre, después de tres meses de inactividad. Desde el inicio de la crisis, en septiembre, la dirección de la empresa había despedido a varios trabajadores, lo que generó manifestaciones de protesta por parte de empleados y vecinos de la región.
Solicitud de Quiebra
El abogado Julián Coronel, vinculado a Atilra y apoderado de una de las empresas acreedoras, formalizó la solicitud de quiebra el 27 de octubre. En el escrito, se destacó que la empresa había cesado su producción durante tres meses, lo cual agravó la situación de sus empleados que, a esa altura, habían establecido un campamento en protesta por la falta de definiciones sobre su futuro laboral.
La decisión judicial subraya la esencia riesgosa de la falta de actividad, que complica aún más cualquier intento de reactivar la empresa. La resolución recalca que es "pública y notoria" la crítica situación laboral y económica, lo que desembocó en la quiebra de La Suipachense.
