El conflicto por la financiación del Hospital Garrahan ha resurgido con fuerza tras el veto a la Ley de Emergencia Pediátrica, lo que ha generado duras críticas por parte del ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak. Este veto, según Kreplak, forma parte de un enfoque ideológico que busca “destruir instituciones del Estado”.
Críticas al veto de la ley
El ministro calificó el veto a la ley como un acto de desconsideración hacia un hospital que, según su descripción, es “el mejor hospital pediátrico de toda Latinoamérica”. Aseguró que la normativa vetada “no tiene un enorme costo económico” y resulta vital para la protección del centro de salud, que actualmente enfrenta un presupuesto congelado, desencadenando despidos y reducción de personal.
Condiciones laborales en el Garrahan
Kreplak detalló que la ley buscaba garantizar condiciones laborales justas para los médicos residentes, quienes enfrentan una situación precaria sin los beneficios que habían sido eliminados. Los residentes trabajan más de 36 horas continuas y deberían gozar de derechos laborales que, según el ministro, están siendo vulnerados. “Las residencias son la mejor forma de profesionalizarse”, subrayó.
Comparativa de propuestas salariales
El ministro también se refirió a la propuesta del Gobierno nacional, que elimina varios beneficios para los residentes, lo que dejaría un salario total de $1.494.000 con bonos pero sin derechos laborales formales. En cambio, en la provincia, un residente de primer año de pediatría recibe un salario de $1.450.500 en blanco, con todos los aportes correspondientes.
La voz de Kreplak sobre la crisis sanitaria
Kreplak no escatimó palabras al referirse a la situación actual del sistema de salud, afirmando: “Este Gobierno, con sus recortes y el abandono de programas nacionales, genera un dolor enorme y sufrimiento en la población". Estableció que el problema trasciende la política, centrándose en la necesidad de cuidar a quienes más lo requieren.
El ministro concluyó enfatizando que defender al Hospital Garrahan no solo es proteger a sus trabajadores, sino también mantener el valor simbólico de un centro de excelencia en salud pediátrica que proporciona asistencia crucial a la población argentina.