El conflicto entre el Gobierno nacional y la provincia de Buenos Aires se intensificó este viernes, cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, amenazó con bloquear el endeudamiento aprobado por la Legislatura bonaerense. La medida, si se lleva a cabo, podría empujar al distrito al default o forzarlo a recortar recursos en áreas fundamentales, como la salud y la educación. Desde La Plata, el entorno de Axel Kicillof descalificó las precisiones de Nación y acusaron a la Casa Rosada de buscar atención mediática.
La amenaza del Gobierno contra Axel Kicillof
Caputo argumentó que la Ley de responsabilidad fiscal, vigente desde 2004, establece que las provincias no deben tomar deuda si sus gastos corrientes superan la inflación. “Buenos Aires no está cumpliendo con esa regla. Por lo tanto, lo que es deuda nueva hoy no debiera estar sujeta a aprobación”, precisó en un programa de A24.
La declaración se suma a la de Sebastián Pareja, presidente de La Libertad Avanza bonaerense, quien había anticipado que el líder de la agrupación, Javier Milei, no apoyaría la colocación de deuda por US$ 3.685 millones que la Legislatura sancionó para cubrir vencimientos de deuda y gastos públicos.
A medida que las provincias buscan financiamiento en los mercados, la aprobación por parte del Ministerio de Economía de la Nación se vuelve crucial. Sin embargo, este último se encuentra en una situación de incertidumbre, lo que marca un nuevo roce con Kicillof, quien participó el jueves de una actividad con las Madres de Plaza de Mayo para criticar la falta de apoyo de la gestión de Milei hacia la provincia.
La tajante respuesta de la provincia de Buenos Aires
Kicillof había indicado previamente que “no estamos dispuestos a afrontar los vencimientos de una deuda que no tomamos originalmente con recursos que se detraigan de salud o educación”. En este contexto, advirtieron a MDZ que, si no reciben la autorización, no pagarían los vencimientos equivalentes a US$ 2.500 millones que vencen en 2026. “Es malo para Argentina eso”, enfatizaron.
A pesar de la amenaza, desde La Plata se mostraron optimistas, afirmando que “eso no va a suceder” y subrayaron que el Gobierno solo busca llamar la atención. En tal sentido, mencionaron que otras jurisdicciones, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Santa Fe, ya recibieron autorizaciones para colocar deuda, lo que les parece contradictorio.
Además, refutaron lo dicho por Caputo sobre el incumplimiento, argumentando que Buenos Aires es más austera que otras jurisdicciones.
Las negociaciones por la deuda bonaerense y el destino de los fondos
La Ley de Financiamiento, aprobada en una extensa sesión que duró 14 horas, fue respaldada por bloques opositores y contó con ausencias que facilitaron su aprobación. El proyecto de Kicillof contempla US$ 250 millones en Letras del Tesoro, US$ 150 millones para proyectos energéticos y US$ 250 millones para infraestructura vial, además de los US$ 2.500 millones para vencimientos de deuda.
Asimismo, un 8% de los fondos se destinará a un Fondo de Emergencia y Fortalecimiento de la Inversión Municipal, que beneficiará a los 135 municipios de la provincia.
El juego de las sillas
La sesión se vio marcada por la controversia sobre el reparto de cargos en el Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO). Para asegurar el respaldo a la iniciativa, se reformó la Carta Orgánica del banco, aumentando su directorio de siete a catorce integrantes.
Esto permitió al oficialismo negociar espacios para representantes de distintos sectores, incluidos el PRO y La Cámpora, además de pliegos para nuevos integrantes en otros organismos estatales, mostrando así el continuo juego de alianzas y negociaciones en el marco legislativo.

















