El juez de Garantías Nº3 de La Matanza, Rubén Occhipinti, ha ordenado la liberación inmediata del policía implicado en un trágico incidente ocurrido el 4 de junio en Ciudad Evita, donde un niño de siete años, Thiago Correa, perdió la vida. Este veredicto también implicará que los tres ladrones involucrados en el intento de robo enfrentarán prisión preventiva.
Modificación de los cargos
El juez modificó la acusación inicial, que era de homicidio simple con dolo eventual, a homicidio culposo por la muerte del niño. Asimismo, se le imputa al agente homicidio agravado por uso de arma con exceso en la legítima defensa y lesiones graves en concurso ideal, en relación a los tres ladrones, uno de los cuales murió tras el enfrentamiento. Esta nueva carátula conlleva penas que oscilan entre cinco meses y cinco años de prisión, en lugar de los ocho a veinticinco años de la acusación anterior.
Fundamentos del fallo
En su resolución, el juez Occhipinti argumentó que el policía no pudo prever que alguien pudiera resultar herido, dado que Thiago se encontraba a aproximadamente 200 metros del lugar del incidente. Sostuvo que las condiciones de visibilidad eran limitadas y que había obstáculos como autos, árboles y poste de luz entre el oficial y el niño.
Obligaciones impuestas al oficial
A pesar de su liberación, el juez estableció una serie de obligaciones para el policía:
- Prohibición absoluta de portar armas de fuego.
- Prohibición de cualquier tipo de contacto con los familiares de la víctima.
- Prohibición de acercarse a más de 300 metros de los domicilios o lugares frecuentados por ellos.
- Fijación de un domicilio real y la obligación de presentarse en el Juzgado el primer y tercer lunes de cada mes.
Contexto del incidente
La tragedia tuvo lugar el 4 de junio, alrededor de las 22:30, en el cruce de Avenida Crovara y Madrid en Ciudad Evita. El oficial Facundo Daniel Aguilar, de civil, se vio involucrado en un enfrentamiento con tres hombres, resultando en un tiroteo con al menos diez disparos. Uno de los ladrones, de 18 años, fue abatido, mientras que otro resultó herido en la pierna. Thiago, quien esperaba el colectivo con su padre, fue alcanzado por una bala que rebotó en el suelo y le impactó en la cabeza.
Tras recibir atención en el Hospital Balestrini y luego ser trasladado al Hospital de Niños de San Justo, Thiago permaneció en estado crítico y falleció dos días después de la operación.