Los alrededores del Congreso de la Nación se convirtieron en el escenario de una masiva movilización que reunió a diversos sectores sociales y organizaciones bajo el lema "Unir todas las luchas". En esta ocasión, los jubilados no marcharon solos, sino que estuvieron acompañados por organizaciones feministas, grupos que exigen la sanción de una Ley de Emergencia en Discapacidad, universitarios, científicos, actores y sindicatos estatales, así como trabajadores del Hospital Garrahan y grupos migrantes que se oponen a la reforma que los culpa de la crisis económica.
Un inesperado corte de calles
Desde la mañana, las calles aledañas al Congreso estaban bloqueadas, a pesar de un protocolo antipiquetes diseñado para evitar cortes de tránsito. Las vallas negras impidieron la circulación en sectores como la Avenida Callao, donde un escueto contingente policial custodiaba la zona, mientras un grupo de manifestantes se dedicaba a hostigar a los oficiales con gritos sobre la situación laboral futura.
Unir todas las luchas
El colectivo feminista Ni Una Menos conmemoró este año el décimo aniversario de su primera marcha contra la violencia de género, el cual se trasladó del 3 al 4 de junio para sincronizarse con la manifestación de los jubilados. En estos diez años, los feministas lograron avances significativos, como la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y el matrimonio igualitario. Sin embargo, el miércoles fue un día de unidad donde se escucharon consignas que resonaron en toda la marcha, destacando la colaboración entre diferentes agrupaciones.
La Ley de Emergencia en Discapacidad
En el cruce de Rodríguez Peña y Rivadavia, se evidenció la fuerte presencia de organizaciones que impulsan la Ley de Emergencia en Discapacidad, cuya discusión era crucial para los asistentes. Una madre de un niño autista expresó su preocupación: “Si la ley no se sanciona, hay muchos centros que están en riesgo de cerrar”. La desesperación fue palpable, ya que los recursos para atender a estos niños son limitados y, según ella, un retroceso en la ley significaría un daño irreparable.
Martes de lucha
La rutina de las marchas de jubilados se hizo evidente en la movilización del miércoles, donde se subrayó que los jubilados son fundamentales en la protesta. Varios oradores resaltaron la conexión de las luchas, al tiempo que recordaron al fotoperiodista Pablo Grillo, recientemente dado de alta tras ser herido en un enfrentamiento con la policía. La mención de Grillo se hizo eco en las remeras y las banderas que adornaban la Plaza.
El vaciamiento de lo público
La marcha del miércoles reflejó un descontento generalizado por la desfinanciación de la salud pública en Argentina. La situación en el hospital Laura Bonaparte fue expuesta, con testimonios de médicos que denunciaron el "vaciamiento por goteo" debido a despidos, lo que afecta la calidad de atención. Un psicólogo del hospital advirtió sobre la pérdida de personal y la consecuente disminución en la calidad de los servicios que ofrecen.
Diversidad en la convocatoria
La diversidad de grupos presentes en la marcha demostró la amplitud de las problemáticas que se enfrentan hoy en día. Además de las consignas típicas, los manifestantes llevaron elementos de merchandising inusuales, como fundas de almohadones con rostros icónicos de la cultura argentina y hasta piezas humorísticas que reflejaban el estado actual del país. La convocatoria unía a un sinfín de luchas que, aunque variadas, compartían un mismo objetivo: hacer oír su voz frente a un gobierno que enfrenta una creciente oposición.