La Justicia federal investiga un hecho de irregularidad en la aduana del Aeroparque Jorge Newbery que involucra a un vuelo privado. Según se reporta, al menos cinco valijas ingresaron al país el 26 de febrero sin el control aduanero correspondiente. El caso está centrado en un jet Bombardier Global 5000 que transportaba como única pasajera a Laura Belén Arrieta, empleada del empresario Leonardo Scatturice.
Investigaciones y pruebas
Los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez han presentado un dictamen donde se evidencia que las imágenes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) muestran cómo parte del equipaje fue retirado sin haber pasado por los escáneres, contrario a las afirmaciones del Gobierno y la PSA, quienes habían negado cualquier irregularidad.
Contexto del vuelo
La aeronave está registrada a nombre de Leonardo Scatturice, un empresario argentino con residencia en Miami, conocido por sus vínculos en el sector de la tecnología y la aviación. Laura Arrieta, de 32 años, trabaja en dos de sus empresas: OCP Tech y COC Global Enterprise. Según la fiscalía, tanto Arrieta como su equipaje recibieron un trato preferencial de personal aduanero, eludiendo controles standard.
Conducta y conexiones políticas
Testigos del operativo han descrito la conducta de Arrieta como “inusual”. Un agente señaló que la joven entregó un teléfono a una funcionaria de Aduana, lo que levantó sospechas sobre un posible trato preferencial. Además, Scatturice, con conexiones políticas en Estados Unidos, incluido el evento de la CPAC, ha sido mencionado en investigaciones anteriores.
Reacción del Gobierno
A pesar de que el Gobierno había afirmado que un ingreso sin controles era “fácticamente imposible”, los fiscales y las pruebas fílmicas apuntan a lo contrario, lo que podría tener repercusiones significativas para las agencias involucradas en la seguridad aeroportuaria y las políticas aduaneras del país.