Inseguridad alimentaria afecta al 35,5% de los niños con padres trabajadores

Inseguridad alimentaria afecta al 35,5% de los niños con padres trabajadores

Un reciente informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) revela que la inseguridad alimentaria infantil en el país alcanzó el 35,5% en 2024, afectando a 4,3 millones de niños, niñas y adolescentes. Este fenómeno no solo refleja una crisis alimentaria sino también una problemática estructural que ha empeorado en los últimos años, incluso en familias donde ambos padres trabajan.

Aumento de la Inseguridad Alimentaria

El estudio, titulado “Inseguridad alimentaria en la infancia argentina: un problema estructural observado en la coyuntura actual”, muestra un aumento constante de la inseguridad alimentaria desde 2010, con un notable incremento en años críticos como 2018, 2020 y 2024. De este informe destaca que, a pesar de que 75% de los niños afectados tienen padres que trabajan, sigue creciendo el número de hogares que no pueden garantizar la alimentación diaria.

Cambios en el Contexto Familiar

La investigación resalta que la proporción de hogares que enfrentan inseguridad alimentaria pasó del 32% en 2010 al 51% en 2024. Las familias monoparentales presentan una tasa de inseguridad 12 puntos más alta que la de familias biparentales. Este fenómeno es más acentuado en hogares con cinco o más miembros, lo que muestra una amplia brecha en las condiciones de vida.

Factores Económicos y Laborales

El informe también indica que el 67% de los niños eran considerados pobres en el primer semestre de 2024. Aunque el second semestre mostró cierta mejora gracias a la desaceleración de la inflación y el aumento de la Asignación Universal por Hijo (AUH), la inseguridad alimentaria continúa en niveles críticos. En particular, los hogares con empleo precario o desempleo registraron los mayores niveles de inseguridad alimentaria, alcanzando hasta 51% en 2024.

Desigualdades Regionales

En términos geográficos, la Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ha tenido los mayores índices de inseguridad alimentaria desde 2017. No obstante, en 2024, el interior del país comenzó a acercarse a estos niveles, registrando 36% y 35%, respectivamente.

Educación y Seguridad Alimentaria

El informe también indica que existe una clara vinculación entre la asistencia escolar y la inseguridad alimentaria. Los menores que padecen déficit educativo tienen niveles sistemáticamente más altos de inseguridad alimentaria. Asegurar el derecho a la educación se propone como una estrategia clave para mitigar el impacto de la inseguridad alimentaria en las infancias.

En resumen, el estudio enfatiza que la actual crisis de seguridad alimentaria infantil en Argentina es un tema de suma importancia que afecta no solo a los menores más vulnerables, sino también a una amplia gama de familias que, a pesar de contar con empleo, enfrentan serias dificultades para garantizar su alimentación diaria.

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