En la noche del 14 al 15 de noviembre de 2025, un incendio devastó varios depósitos en el polígono industrial de Ezeiza, generando una significativa columna de humo y dando lugar a varias interrogantes. Un elemento que ha resurgido con fuerza es que uno de los depósitos afectados pertenece a Iron Mountain, la misma empresa involucrada en la tragedia de Barracas en 2014, durante la gestión de Mauricio Macri.
Curiosamente, esta información relevante fue omitida en las coberturas de los medios digitales más leídos del país, como Clarín y La Nación, lo que ha generado críticas en otras plataformas que optaron por resaltar este detalle crucial.
El peso simbólico de Iron Mountain
La mención de Iron Mountain trae consigo un peso simbólico y político innegable. Cada vez que se cita su nombre, resurgen imágenes de la tragedia anterior donde murieron diez personas y las dudas sobre la destrucción de documentación sensible y la responsabilidad del gobierno porteño se reactivan. Esta empresa se ha convertido en un sinónimo de controversias y escándalos.
Reintroducir a Iron Mountain en la conversación pública significa abordar temas como los controles fallidos, las regulaciones laxas y los vínculos políticos. La falta de cobertura de este aspecto sugiere que para algunos medios, mencionar a la empresa podría generar incomodidad y tensiones que prefieren evitar.
La construcción de una narrativa omisiva
Un incendio en Ezeiza podría interpretarse como un incidente aislado, pero al incluir a Iron Mountain, la narrativa se transforma, ya que se evidencia un problema estructural en la gestión de la seguridad. En un contexto de alta polarización política, el modo en que se presenta la noticia cobra gran relevancia.
Algunos medios pueden ver esta omisión como una decisión estratégica para evitar posibles repercusiones e investigaciones adicionales. La selección de las noticias que se destacan o se silencia refleja una decisión editorial que impacta en la percepción pública.
Investigación en curso y repercusiones mediáticas
Las autoridades ya han iniciado una investigación respecto al incendio. Sin embargo, el silencio mediático en torno a Iron Mountain plantea interrogantes sobre la transparencia informativa y el papel de la prensa en la cobertura de temas sensibles.
Es crucial señalar que la omisión de información no es solo una cuestión de lo que se publica sino también de lo que se decide no informar. En este contexto, lo que no se dice puede tener un impacto más significativo que lo que sí se comunica.
A medida que avanza la investigación, el foco seguirá sobre el manejo de la información y la responsabilidad de los medios en la cobertura de estos incidentes. Mientras persista el silencio, los ecos de las decisiones editoriales seguirán resonando.
