La reciente decisión de eliminar los teléfonos celulares de las aulas en Países Bajos ha transformado el entorno educativo del país. Esta política, implementada en enero de 2024, busca fomentar la atención plena de los estudiantes y mejorar la convivencia escolar. A más de un año de su aplicación, la iniciativa muestra resultados concretos en la dinámica del aula y en el comportamiento de los alumnos.
Nueva normativa en las aulas
El gobierno neerlandés estableció que los celulares solo pueden ser utilizados si son imprescindibles por razones pedagógicas o médicas. Esta medida fue acordada entre el Ministerio de Educación, docentes, directivos, padres y estudiantes, y se aplica no solo en las escuelas secundarias, sino también en los niveles primarios y de educación especial, adaptándose a las necesidades de cada contexto.
Resultados de la política
La normativa ha tenido un impacto significativo en las escuelas. Según datos recabados, en las instituciones secundarias, el 99% ha implementado medidas estrictas para el manejo de celulares, tales como su entrega al ingresar o guardarlas en una caja fuerte.
Los resultados han sido positivos, con el 75% de los centros reportando mejoras en la concentración y el 59% observando un clima social más saludable. Aunque la mejora en el rendimiento académico fue más moderada —con un 28% de las escuelas reflejando avances— los expertos destacan la transformación del ambiente escolar.
Sin embargo, también se han planteado nuevos desafíos. Docentes han informado sobre un aumento en la carga de trabajo relacionado con el control de la norma y un repunte en situaciones de acoso físico y conductas disruptivas que anteriormente pasaban desapercibidas.
Impacto en niveles educativos
En el nivel primario, el impacto ha sido más sutil, aunque igualmente perceptible. El 89% de las escuelas prohíbe el uso de celulares o exige su entrega al inicio de la jornada. Entre los beneficios más notables se encuentra una mejora del 23% en el bienestar general de los alumnos. Sin embargo, algunos niños han comenzado a utilizar relojes inteligentes, que son más difíciles de detectar.
Para los estudiantes con necesidades educativas especiales, el uso reducido de dispositivos ya era común antes de la implementación de la norma. Existen excepciones para el uso de audífonos o lectores conectados a smartphones, garantizando que los apoyos imprescindibles para el aprendizaje no se vean afectados.
Perspectivas del futuro
El seguimiento oficial por parte de institutos especializados y el testimonio de docentes y directivos continúan siendo fundamentales para evaluar el impacto de esta política. A medida que se profundiza en la aplicación de la norma, se espera que se logren más avances en el ámbito educativo y se aborden los desafíos que enfrenta el sistema escolar en la actualidad.