Gobierno desregula importación y comercialización de gas licuado

La reciente decisión del Gobierno argentino de autorizar la importación libre de gas licuado de petróleo (GLP) marca un cambio significativo en la regulación del sector energético. Esta medida busca promover una mayor competencia en el mercado y se acompaña de la desregulación de las actividades vinculadas al gas licuado, lo que podría tener amplias repercusiones tanto para los productores como para los consumidores.

Desregulación del Mercado de Gas Licuado

La normativa establece que la Secretaría de Energía ahora tendrá un rol limitado, centrado únicamente en la fiscalización de los parámetros de seguridad. Esto significa que ya no será necesaria una autorización previa para la instalación de nuevas plantas de fraccionamiento o para la ampliación de las actuales.

Además, se han introducido cambios en el régimen de marcas y envases, permitiendo a los fraccionadores envasar GLP de cualquier productor o importador. Esta flexibilidad incluye la posibilidad de que varias marcas sean utilizadas en un mismo envase, con acuerdos bilaterales entre fraccionadores para su uso.

Implicaciones de la Medida

El Gobierno afirmó que esta desregulación tiene como fin evitar “interferencias en el funcionamiento del mercado”, dejando en manos del sector privado las decisiones vinculadas a precios, oferta y demanda. La medida busca disminuir la sobrerregulación que, según argumentan, ha generado distorsiones en el mercado y sobrecostos operativos que afectan a los consumidores.

El Ejecutivo subrayó que el sector privado es el principal interesado en mejorar la calidad del servicio y la diversificación de la oferta de GLP, lo que podría resultar en un mejor abastecimiento interno a un menor costo para los consumidores.

Exportaciones Bajo Condición

Además de la importación libre, las exportaciones de gas licuado se permitirán siempre que se garantice el abastecimiento del mercado interno. Esta medida podría aumentar la competitividad en el sector y abrir nuevas oportunidades para los productores argentinos en el ámbito internacional.

La desregulación del gas licuado de petróleo promete transformar la dinámica de la industria, con la esperanza de que tanto productores como consumidores se beneficien de un entorno más competitivo y eficiente.

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