Un informe del Cuerpo Médico Forense ha revelado que las ampollas del lote 31202 de fentanilo, elaborado por el laboratorio HLB Pharma, fueron responsables de agravar los cuadros clínicos de numerosos pacientes internados, y contribuyeron a la muerte de varios de ellos. El estudio analizó 20 muestras y encontró que al menos 11 casos tenían un “nexo concausal”, corroborando así la relación entre el fentanilo contaminado y los desenlaces fatales en estos pacientes.
Detalles de la pericia
El Centro de Asistencia Judicial Federal recibió, a fines de mayo, los resultados de las autopsias de 20 pacientes que se presume fallecieron tras ser tratados con fentanilo contaminado en distintos hospitales del país. Los peritos analizaron cada caso para determinar si los fallecimientos o complicaciones graves estaban vinculados al suministro del opioide.
La mayoría de los fallecimientos se atribuyen a la infección bacteriana como un factor “concausal”. En concreto, de los 20 casos analizados:
- 11 fueron clasificados con nexo concausal, donde la infección agravó considerablemente el estado de salud, acelerando el fallecimiento.
- 5 casos fueron considerados “fortuitos”, ya que, a pesar de la presencia de la bacteria, las condiciones clínicas previas (como politraumatismos o cáncer avanzado) determinaron el desenlace.
- No se identificaron casos en los que la bacteria fuera la única causa de muerte.
Bacterias peligrosas en pacientes vulnerables
Los expertos identificaron dos bacterias multirresistentes que han demostrado ser letales en pacientes vulnerables. La primera, Ralstonia mannitolilytica, tiende a tener baja patogenicidad en condiciones normales, pero es capaz de provocar sepsis graves en pacientes inmunocomprometidos debido a su capacidad de formar biopelículas resistentes.
La segunda bacteria, Klebsiella pneumoniae MBL NDM-5, es conocida por su alta virulencia y está asociada a infecciones nosocomiales. Este bacilo puede producir enzimas que lo vuelven multirresistente a antibióticos potentes, siendo especialmente mortal en situaciones críticas. La presencia de estas bacterias plantea un grave riesgo para la salud de los pacientes en terapia intensiva.