De acuerdo con una investigación del diario La Nación, cinco kilos de fentanilo, un potente opioide, han desaparecido de los laboratorios HLB Pharma y Ramallo en medio de serias acusaciones sobre encubrimiento y vínculos con el narcotráfico. Esta situación ha generado tensión e inquietud en la sociedad, ya que la cantidad de fentanilo extraviada podría tener consecuencias devastadoras.
Desaparición del fentanilo y hallazgos judiciales
En marzo de 2025, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) confirmó la existencia de cuatro kilos de citrato de fentanilo en las instalaciones de HLB Pharma, ubicadas en San Isidro, y uno y medio kilo en la planta de Ramallo. Sin embargo, tras las muertes reportadas en el Hospital Italiano de La Plata, la Justicia realizó un allanamiento en mayo, donde no se encontraron rastros de dicha sustancia. La desaparición del fentanilo plantea un riesgo que supera a 2,5 millones de personas, dado que cada kilo tiene el potencial de matar a 500.000 individuos.
Irregularidades y falta de control estatal
Esta alarmante situación se ve agravada por las 180 infracciones detectadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). A pesar de esta cifra, no se tomaron medidas antes de que se produjeran tragedias. La falta de control y las condiciones inadecuadas de almacenamiento han resaltado la negligencia institucional en el manejo de sustancias peligrosas.
Los responsables, los hermanos García Furfaro, propietarios de los laboratorios, afirman haber destruido las ampollas y la materia prima, presentando documentación de MD Servicios SRL, una empresa de residuos peligrosos. Sin embargo, los documentos tienen fechas posteriores a la orden de no innovar de la ANMAT, lo que debilita su relato. Además, un robo reportado días antes del allanamiento, en el que se sustrajo material controlado, plantea más interrogantes sobre la seguridad de estas operaciones.
Posible desvío y conexiones con el narcotráfico
Testimonios recabados sugieren que parte del fentanilo podría haber sido trasladado a un galpón en General Rodríguez, perteneciente a la firma Cables Epuyén, que también está bajo el control de los García Furfaro. Otras versiones indican que camiones de la empresa Tres Arroyos habrían transportado pallets de ampollas antes de que se llevaran a cabo las acciones judiciales.
Se ha señalado que las mermas reportadas por HLB Pharma son sospechosamente elevadas, con registros de 24 a 25%, muy por encima del promedio habitual del 4 al 8%. Este fenómeno podría indicar un intento de justificar desvíos hacia el mercado ilegal.
Falta de controles y consecuencias graves
A pesar de ser un compuesto altamente regulado, el fentanilo fue introducido en Argentina durante la pandemia sin los controles necesarios, lo que ha sido objeto de críticas de organismos internacionales. La DEA, que colabora en la investigación, advierte que la magnitud de la desaparición del fentanilo solo puede estar destinada al mercado negro, donde carteles de narcotráfico a nivel internacional serían los principales compradores.
La situación actual ha dejado a muchas familias en duelo, a menudo sin obtener respuestas concretas sobre las causas de los fallecimientos relacionados con fentanilo contaminado, mientras las autoridades enfrentan el desafío de desmantelar una red delictiva que parece abarcar más allá de unos pocos laboratorios.