El 29 de octubre de 2024, la comunidad de Villa Gesell fue sacudida por el colapso de la torre del apart hotel Dubrovnik, un edifico emblemático de diez pisos que se encontraba en proceso de remodelación. A un año de esta tragedia, que dejó múltiples víctimas y un profundo impacto en la localidad, los familiares de los afectados exigen avances en la investigación judicial, que se encuentra estancada.
La Tragedia y sus Consecuencias
El siniestro ocurrió en la madrugada del 29 de octubre de 2024, cuando un fuerte estruendo destrozó el silencio de la ciudad. El apart hotel Dubrovnik, inaugurado en 1986, se desplomó, arrastrando consigo parte de un complejo de departamentos adyacente. Este colapso generó una conmoción en la comunidad, que se unió para colaborar en las tareas de rescate durante varios días, con el apoyo de bomberos y personal de Defensa Civil.
Avances en la Investigación
La investigación judicial avanza con seis personas imputadas, entre arquitectos, capataces y obreros, bajo la carátula de “estrago culposo agravado por la multiplicidad de víctimas”. Se indagan las obras realizadas por la empresa Parada Liniers S.A., que supuestamente llevaron a la debilidad estructural del edificio. Informes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) identificaron deficiencias en los materiales empleados en la construcción, lo que ha obligado a la Fiscalía a realizar nuevos estudios periciales adicionales.
Reclamos de Justicia
Familiares y allegados de las víctimas están comprometidos en obtener justicia y reparación. Han iniciado una acción civil que busca compensar los daños materiales y morales sufridos. Las partes demandantes sostienen que es crucial que los responsables respondan por su actuar, mientras que la etapa de instrucción judicial podría extenderse hasta el año 2026.
Recordando a las Víctimas
A un año de la tragedia, el predio continúa vallado y cubierto por chapas metálicas, donde seres queridos colocan carteles en memoria de los fallecidos. Recientemente, se organizó una vigilia con velas en el lugar del derrumbe, seguida de una marcha hacia la Municipalidad y una misa en la Parroquia Inmaculada Concepción. Estos actos buscan mantener vivo el recuerdo de las víctimas y renovar el reclamo de justicia en una comunidad que aún procesa el dolor de la pérdida.
 
			
 
                            



 
                            





 
							






