Ezequiel Lo Cané, padre de Justina, rememoró la sanción de la Ley 27.447, conocida como la "Ley Justina", que se aprobó por unanimidad en el Congreso de la Nación el 4 de julio de 2018. Lo Cané describió el emocionante momento en el que los legisladores votaron a favor de la ley, destacando que fue un proceso "récord" que duró nueve meses: "Tardó 9 meses, ese proceso, y casi sentí que Justina nacía de nuevo".
Importancia de la Ley Justina
La Ley Justina establece que, a partir de los 18 años, todos los ciudadanos son considerados donantes de órganos por defecto, a menos que expresen lo contrario. Lo Cané afirmó: "Si me muero, nadie puede decidir por mí, ni la familia se puede meter". Esta disposición busca aumentar la cantidad de donaciones y trasplantes disponibles en el país.
Educación y Acceso
Además, la ley incluye un componente educativo: la obligación de discutir la donación de órganos en los colegios. "Es fundamental que se hable sobre la donación de órganos", afirmó Lo Cané, subrayando la importancia de crear conciencia en las nuevas generaciones.
En el ámbito del acceso a trasplantes, la ley contempla que aquellas personas que necesiten un trasplante y residan en el interior del país tendrán prioridad para viajar si no logran obtener un pasaje. Esta medida busca garantizar que todos tengan igual oportunidad de recibir el tratamiento necesario.
Impacto Personal
Lo Cané también compartió el impacto emocional que tiene recibir mensajes de otros padres que han vivido la experiencia de un trasplante: "Por cada padre o madre que me escribe porque su hijo o hija recibió un trasplante, siento que Justina está ahí de nuevo". Su testimonio resalta no solo la relevancia de la ley, sino también su significado personal y humano.
La "Ley Justina" continúa generando un debate importante sobre la donación de órganos en Argentina, y su legado parece seguir impactando a muchas familias en el país.