El uso de la función de compartir ubicación en tiempo real ha crecido exponencialmente, especialmente entre los usuarios de aplicaciones de mensajería y servicios de movilidad. Sin embargo, expertos en ciberseguridad han comenzado a alertar sobre los riesgos inherentes que esta práctica puede conllevar. Aunque parezca conveniente, compartir tu ubicación puede ser una puerta abierta para ciberdelincuentes que buscan aprovechar esta información.
Peligros de la geolocalización constante
Aplicaciones como WhatsApp, Google Maps y Tinder permiten a los usuarios compartir su ubicación en tiempo real. Esta función es útil en ciertos contextos, como emergencias o reuniones, pero también puede comprometer la privacidad de los individuos. Según Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Software, "los ladrones podrían saber cuándo una persona no está en su hogar y aprovechar para cometer un robo".
Por otro lado, Kaspersky señala que las empresas utilizan estos datos para crear perfiles detallados. Esta práctica no solo se limita a la publicidad personalizada, sino que también permite análisis de comportamiento sin el consentimiento del usuario.
Recomendaciones de seguridad
Frente a este escenario, los especialistas brindan recomendaciones claras. Es fundamental limitar el uso de la función de ubicación a personas de confianza y establecer tiempos restringidos para compartir esta información. Se sugiere revisar periódicamente los permisos de privacidad en cada aplicación, asegurándose de que solo las herramientas necesarias, como aplicaciones de transporte, tengan acceso a esta información por el tiempo mínimo indispensable.
La importancia de la prudencia
La creciente facilidad para compartir ubicación puede llevar a las personas a un estado de exceso de confianza en la tecnología. La ciberseguridad trasciende el uso de contraseñas; se convierte en una cuestión de decisiones cotidianas. Compartir la ubicación en tiempo real, aunque parezca inofensivo, puede resultar en consecuencias graves si no se maneja con cuidado.