Ethereum comenzó el año 2025 comercializándose alrededor de u$s3.350. Ocho meses después, su valor se sitúa en aproximadamente u$s4.437,14, lo que evidencia un aumento cercano al 32% en lo que va de 2025. En agosto, la criptomoneda alcanzó un pico de u$s4.950, marcando un salto de casi 48% respecto al inicio del año. Este desempeño es significativo, ya que Ethereum es la segunda criptomoneda más relevante del mundo, superando incluso a Bitcoin en términos de rentabilidad este año.
El impulso detrás de la suba
El crecimiento de Ethereum se ha visto impulsado por expectativas de recortes de tasas en Estados Unidos, así como por un incremento en el interés institucional hacia fondos relacionados con la criptomoneda. En particular, el final de agosto fue crucial, cuando señales de la Reserva Federal sugirieron posibles reducciones en las tasas de interés. Este anuncio propició que muchos activos de riesgo, incluyendo Ethereum, incrementaran su valor; la criptomoneda rozó los u$s4.950 en unas jornadas.
Asimismo, se registraron entradas récord de capital en fondos cotizados (ETFs) que replican el precio de Ethereum, con miles de millones de dólares fluyendo hacia estos vehículos de inversión durante agosto. Este fenómeno indica un interés creciente de grandes inversores en participar de forma regulada en el mercado de Ethereum.
El crecimiento del ecosistema de Ethereum también ha sido un factor clave. Actualmente, más de u$s280.000 millones en capitalización se asocia a stablecoins y aplicaciones descentralizadas que requieren el uso de ETH para funcionar.
Más rentable que Bitcoin en 2025
Ethereum ha superado a Bitcoin en rentabilidad este año. Mientras que BTC presenta un aumento de cerca del 19%, ETH ha acumulado un crecimiento de aproximadamente 32%, con picos que superaron el 45%. Esta diferencia ha llevado a que varios fondos de inversión reoriente flujos hacia Ethereum, destacando su atractivo tanto como activo financiero como plataforma tecnológica.
Este doble rol también permite que la demanda de ETH provenga no solo de inversores, sino de empresas y usuarios que requieren la criptomoneda para operar. La cantidad de ETH bloqueado en contratos de staking ha reducido su liquidez en el mercado, reforzando la tendencia alcista en un contexto de creciente demanda.
Los riesgos que todavía pesan
A pesar del rally de 2025, Ethereum enfrenta desafíos significativos. Luego de alcanzar picos en agosto, la criptomoneda experimentó caídas abruptas, retrocediendo a u$s4.400 debido a ventas masivas por parte de grandes actores del mercado. Esta volatilidad resalta que los activos digitales siguen siendo inherentemente inestables.
Los analistas han señalado posibles resistencias técnicas en torno a los u$s5.000–6.000, que podrían limitar el crecimiento a corto plazo. Además, un descenso sostenido por debajo de u$s4.400 podría activar alertas en el mercado.
La regulación también es una variable crucial. Aunque la reciente aprobación de ETFs de Ethereum en Estados Unidos es positiva, futuros cambios en las normativas podrían alterar el flujo de inversión en el ecosistema.
Cómo interpretar la suba de Ethereum en 2025
La situación de Ethereum es notable: ha incrementado su valor aproximadamente un 32% en ocho meses, alcanzó un nuevo máximo histórico cercano a u$s4.950 y ha atraído significativas inversiones institucionales. Sin embargo, es fundamental mantener una perspectiva prudente sobre su naturaleza como activo de riesgo.
El consejo para los inversores minoristas en este contexto es diversificar las carteras y no arriesgar más de lo que están dispuestos a perder. A pesar de las perspectivas favorables, Ethereum sigue siendo susceptible a fluctuaciones de precio. Lo cierto es que, a lo largo de 2025, Ethereum ha logrado consolidarse no solo como criptomoneda, sino también como una plataforma tecnológica con apoyo institucional, lo que ha elevado su estatus en el ámbito financiero global.