El Gobierno argentino ha intensificado su plan de ajuste, centrando la atención en organismos técnicos clave, como el Senasa, la Anmat, la Aduana y el INTA. Según el funcionario Sturzenegger, estas medidas buscan reducir la burocracia y, en su opinión, organismos que han sido creados para generar ingresos a través de tasas impositivas.
Ajuste Generalizado
En declaraciones recientes, Sturzenegger afirmó: “El Presidente nos exige seguir con la motosierra”. Esto confirma que el plan incluye más despidos, cierres y fusiones dentro de áreas estratégicas. La meta del Gobierno es conseguir un ahorro de 2.000 millones de dólares, eliminando hasta 47.000 empleos de la administración nacional.
Consecuencias para Áreas Críticas
Las implicaciones de este ajuste pueden ser severas. Sectores sensibles como la sanidad vegetal y animal, el control de medicamentos y la investigación agropecuaria podrían reducirse drásticamente. Los funcionarios reconocen que el costo humano de estos recortes no está contemplado en sus proyecciones.
Desmantelamiento de Organismos
El desguace del Estado no se limita a las áreas mencionadas. Recientemente, el Gobierno ha eliminado organismos vinculados a la cultura y la memoria histórica, y ha degradado la Secretaría de Derechos Humanos a una subsecretaría. Estas acciones han generado preocupación sobre el futuro de la memoria colectiva y la protección de derechos fundamentales.
Política de Estado
El avance sobre estas instituciones indica que el desmantelamiento de organismos esenciales es una política de Estado. Los sectores de salud, agro, transporte y derechos humanos están bajo creciente amenaza, lo cual plantea interrogantes sobre el impacto de estas decisiones en la vida cotidiana de los ciudadanos.
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