El Gobierno argentino ha implementado una medida significativa en el área de subsidios energéticos, excluyendo a más de 15.500 usuarios que residen en zonas de alto ingreso, como Nordelta y Puerto Madero. Esta decisión busca equilibrar el sistema tarifario y eliminar ventajas de un sector que tradicionalmente ha accedido a privilegios en un contexto de crisis económica.
Detalles de la medida
Según el vocero presidencial y legislador electo por La Libertad Avanza (LLA), Manuel Adorni, la acción implica la recategorización automática de usuarios con subsidios. De los hogares afectados, el 44% se había autodeclarado de bajos ingresos y el 56% como de ingresos medios, pero evidenciaron un consumo energético muy por encima del promedio.
El promedio de consumo de estos usuarios duplica y a veces triplica el de un hogar residencial típico, que es de 250 kilovatios-hora (kWh) mensuales. Adorni indicó que muchos de estos hogares, a pesar de su categorización, disfrutan de comodidades como piletas climatizadas.
Impacto fiscal y justificación
La medida permitirá un ahorro de más de $ 3.000 millones al año, según el Gobierno, y es considerada un paso crucial para mejorar el orden fiscal del país. "La energía cuesta y quien puede pagarla, debe hacerlo", afirmó Adorni, enfatizando que esta decisión es parte de un esfuerzo por saneamiento tarifario.
Los análisis que respaldan esta recategorización se basan en tecnologías avanzadas como Sistemas de Información Geográfica (GIS) y datos proporcionados por organismos provinciales como ARBA y OPISU. La recategorización excluye automáticamente a estos usuarios del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).
Procedimiento de apelación
El Gobierno también ha establecido un procedimiento de revisión individual para aquellos que se sientan afectados por esta medida. Los usuarios podrán presentar un reclamo a través de la plataforma Trámites a Distancia (TAD), donde deberán aportar evidencias que justifiquen su reclamo.
Fuentes oficiales indican que, por ejemplo, el 10% de los hogares en Nordelta todavía reciben subsidios, lo que ha generado debate sobre la equidad de los criterios de exclusión.
Contexto general
A pesar de que esta exclusión beneficiará a un número relativamente pequeño de hogares, en comparación con los más de 9 millones que aún reciben subsidios, se percibe un significativo mensaje de justicia social. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre potenciales errores de exclusión, que podrían afectar a usuarios que realmente necesiten ayuda a pesar de vivir en áreas de altos ingresos.
FUENTE: Clarín
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