El reciente fin del cepo cambiario, implementado por el gobierno argentino, ha generado un notable impacto en el mercado de divisas y en la economía del país. Desde su entrada en vigencia el 11 de abril pasado, la cotización del dólar ha experimentado cambios significativos. El 14 de abril, primer día de operativa en el nuevo contexto, el dólar cerró en $1.198, mientras que el 5 de agosto se registró un valor de $1.330, lo que representa una subida del 11,0% en este período.
Incremento en depósitos en dólares
Los depósitos en dólares han mostrado un aumento considerable. Pasaron de u$s31.919 millones a u$s35.400 millones, lo que sugiere una fortaleza económica en el país. No hubo corrida cambiaria, lo que indica un ambiente relativamente estable en el mercado.
La inflación durante estos meses ha sido del 7,6%, lo que implica que la devaluación del peso superó este índice inflacionario, aunque se asemeja a la tasa de interés acumulada de 10,9%. Además, los bonos en dólares han proporcionado rendimientos interesantes, fortaleciendo la idea de que invertir en estos instrumentos ha sido más conveniente que adquirir dólares.
Análisis del mercado de bonos y acciones
Los bonos que cotizaban a u$s66,50 el 14 de abril, hoy se encuentran a u$s65,45, pero el rendimiento por renta en dólares ha sido de u$s2,06, lo cual ha beneficiado a quienes optaron por esta inversión. En el caso de las acciones de YPF, su valor creció de $42.400 a $48.650, representando un incremento del 14,7%, superior a la tasa de devaluación.
Los datos del 1 de agosto indican que las reservas en el Banco Central alcanzan u$s41.034 millones, un aumento de u$s16.813 millones desde abril, destacando que no todo proviene de préstamos. La circulación monetaria también ha aumentado, alcanzando $23,8 billones, lo que mejora la situación financiera del país.
Proyecciones para el futuro del dólar
La reciente subida del dólar está asociada al desarme de las Letras de Liquidez Fiscales (LEFI), pero se prevé que esta alza sea temporal. A medida que se estabilicen las condiciones del mercado, no se descarta una baja en el valor del dólar, posiblemente por debajo de los niveles previos a la volatilidad provocada por esas letras.
Los analistas sugieren que, en un contexto de posible baja de tasas de interés en Estados Unidos, podría haber un incremento en la demanda de bonos y acciones argentinas. Este escenario puede indicar que el dólar pueda descender aún más, lo que afectaría positivamente a los inversores en bonos y acciones, y contribuiría al crecimiento del PBI estimado en un 5,0% anual.
La situación actual no presenta riesgos inminentes y todo apunta a que el dólar billete ha dejado de ser el principal objeto de deseo entre los inversores.