Un reciente estudio regional realizado por la plataforma de empleo Bumeran ha revelado que el 92% de los trabajadores argentinos se siente "quemado" o afectado por el síndrome de burnout, posicionando a Argentina como líder en agotamiento laboral en la región. Esta alarmante cifra refleja una creciente preocupación por la salud mental en el entorno laboral del país.
Tendencia en aumento
Los datos del estudio confirman una tendencia que se ha repetido desde 2022. Los niveles de estrés y fatiga crónica no solo continúan, sino que parecen estar en ascenso. La encuesta se basa en la experiencia de más de 2.700 personas de Argentina, así como de otros países como Chile, Perú, Ecuador y Panamá.
Factores que contribuyen al burnout
Entre los principales factores que afectan la salud mental de los trabajadores argentinos se destacan el estrés, la falta de motivación y la sobrecarga de tareas. Los síntomas más comunes incluyen:
- Falta de energía: 53% de los encuestados.
- Cinismo hacia el trabajo: 41%.
- Disminución del rendimiento: 22%.
Además, el 45% de los trabajadores admite que suele laborar fuera de su horario establecido, y casi el 40% supera las 45 horas semanales de trabajo.
Acciones para mitigar el agotamiento
A pesar de la creciente sensación de agotamiento, el 90% de los trabajadores se siente más cansado que el año anterior. Sin embargo, solo el 77% está realizando actividades para prevenir o aliviar el desgaste, como ejercicio físico, lectura o desconexión digital. En contraste, un 23% no está implementando ninguna acción para mejorar su bienestar, y el 59% evalúa la posibilidad de cambiar de empleo como una salida al agotamiento.
Respuesta de las empresas
El panorama en el ámbito empresarial no es alentador. Un 72% de los especialistas en Recursos Humanos reconoce no tomar medidas concretas para abordar los casos de burnout. Solo el 12% de las organizaciones cuenta con estrategias preventivas efectivas. Aquellos que sí están interviniendo suelen ofrecer apoyo emocional, establecer modalidades de trabajo flexibles o implementar programas de bienestar laboral, aunque estas políticas parecen ser aún insuficientes ante el creciente problema del agotamiento mental en el ámbito laboral argentino.

















