El sector de panadería enfrenta una crisis profunda debido a los aumentos en los costos de producción y una notable caída en el consumo. Este panorama pone en riesgo la venta de uno de sus productos más emblemáticos: las facturas. Con una situación que se torna insostenible, los panaderos advierten que los precios actuales no reflejan la realidad del mercado, lo que obliga a repensar su estrategia comercial.
Precios insostenibles
Martín Pinto, referente de la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN) y presidente del Centro de Panaderos de Merlo, destacó que el precio real de una docena de facturas debería ubicarse entre $18.000 y $25.000 para ser rentable. Sin embargo, muchas panaderías venden este producto a menos de $8.000, una cifra que está por debajo de lo que se considera viable para la actividad.
“Con los costos actuales, ya no podemos seguir absorbiendo los aumentos. El costo de producción nos superó ampliamente”, señaló Pinto, quien anunció que el precio de la docena aumentará a $12.000 a partir del lunes. A pesar de esta decisión, el panadero se muestra escéptico sobre el impacto positivo de esta medida: “Si no vendo a $8.000, menos voy a vender a $12.000”, enfatizó.
Aumento de insumos y caída de ventas
A pesar de que la inflación general ha mostrado una desaceleración, el sector panadero continúa enfrentando aumentos semanales de insumos. En las últimas cuatro semanas, precios como la grasa y la margarina han subido un 20%, lo que dificulta aún más la situación.
“Hablan de un 2% de inflación, pero a mí las cosas me aumentan entre un 6 y un 12%. ¿Cómo hago yo si ya vengo retrasado con los aumentos que no puedo aplicar porque no hay ventas?”, cuestionó Pinto en una reciente entrevista con LN+.
Cierre de panaderías y cambios en el consumo
Desde la llegada de Javier Milei al Gobierno, se han cerrado aproximadamente 1.400 panaderías en Argentina, reflejando una caída del consumo que afecta a productos tradicionales del hogar. Pinto reportó que las ventas han disminuido drásticamente en su negocio: las ventas de pan han caído un 50%, mientras que las de masas dulces, tortas y sándwiches de miga han bajado un 75%. “Hoy la gente compra por unidad, lo que puede y no lo que quiere”, concluyó.
Esta situación revela un panorama complejo para los panaderos, quienes buscan estrategias para adaptarse a un mercado en crisis y asegurar la sostenibilidad de sus negocios.