En medio de un severo conflicto salarial, el Hospital Garrahan enfrenta una crisis que amenaza la atención de miles de niños en Argentina. Ana Fustiñana, jefa de Clínicas del área de Emergencias, alertó sobre el deterioro de las condiciones laborales y la difícil situación que enfrenta el personal médico. A medida que las renuncias aumentan, la falta de recursos y la insatisfacción laboral se convierten en un punto crítico para uno de los hospitales pediátricos más importantes del país.
Deterioro de condiciones laborales
Fustiñana destacó que la situación es “muy desesperante”, señalando que se están produciendo renuncias masivas. Durante el último año y medio, las negociaciones para mejorar las condiciones laborales han sido prácticamente inexistentes, lo que ha llevado a un “poder adquisitivo cada vez menor” para los trabajadores. El área de urgencias del hospital atiende aproximadamente 77.000 pacientes al año con diagnósticos complejos, lo que resalta la necesidad urgente de mantener un equipo médico capacitado.
Falta de transparencia y recursos
Un punto central del reclamo del personal se refiere a la falta de transparencia presupuestaria. Fustiñana mencionó que actualmente desconocen el monto de dinero que recibe el hospital, algo que solía estar disponible en años anteriores. Esta opacidad ha generado desconfianza y frustración entre los trabajadores, quienes consideran que sin una disponibilidad clara de recursos, no se podrá realizar una adecuada atención médica.
Medidas de fuerza y respuesta del Gobierno
El conflicto se intensificó con una medida de fuerza por parte del personal, que incluye residentes y psicopedagogas. A pesar de que el Gobierno impuso conciliación obligatoria, las manifestaciones han continuado. La viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, afirmó que el problema radica más en la administración de los recursos que en su cantidad. Según sus declaraciones, el hospital tiene 953 empleados administrativos y 478 médicos de planta, lo que implica una estructura burocrática que supera a la de los profesionales de la salud.
Reivindicaciones y respuestas gremiales
Las organizaciones gremiales, como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), han manifestado su voluntad de dialogar. Sin embargo, se sostiene que la conciliación obligatoria no aborda lo esencial: los salarios. La directora de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, Mara Agata Mentoro, comentó que la medida busca asegurar la continuidad de los servicios mientras se negocia.
Impacto financiero y futuro incierto
Desde la modificación en 2017, que dejó al hospital bajo la órbita del Gobierno nacional en lugar de compartir responsabilidad con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Fustiñana advirtió sobre un impacto financiero significativo. Con un hospital que anualmente realiza 600.000 consultas ambulatorias, 10.000 cirugías y 100 trasplantes, la crisis actual pone en riesgo la atención de alta complejidad que reciben miles de pacientes de todo el país.
Los trabajadores exigen una recomposición salarial del 100% y que ningún salario quede por debajo de la canasta básica. La falta de soluciones inmediatas podría llevar a nuevas medidas de protesta. La situación permanece delicada y con un futuro incierto para el Hospital Garrahan y sus pacientes.
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