El uso de ahorros para cubrir gastos cotidianos en Argentina ha experimentado un notable incremento en las últimas dos décadas. Según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el 40,8% de los hogares recurrió a ahorrar o a vender pertenencias para afrontar sus consumos en el primer semestre de 2025, lo que representa una duplicación en comparación con el pasado.
Un cambio en la gestión económica familiar
El informe se basa en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y analiza cómo las familias manejan su economía más allá de sus ingresos laborales. El estudio pone de manifiesto las transformaciones en las estrategias de consumo de los hogares y cómo las desigualdades económicas influyen en sus decisiones.
Aproximadamente cuatro de cada diez hogares argentinos han utilizado sus ahorros o han vendido bienes, siendo esta práctica más común en los sectores de ingresos bajos. En específico, el 42,8% de los hogares en este estrato ha adoptado esta medida, mientras que en el grupo de ingresos altos, con más de dos millones de pesos, el porcentaje se reduce a 37,1%.
Endeudamiento y apoyo financiero
El análisis también aborda el tema del acceso a créditos. En los hogares con ingresos altos y medios, el endeudamiento se realiza principalmente a través de bancos y entidades financieras. En cambio, en los sectores de bajos ingresos, predominan las deudas informales, donde un 25% de las familias ha solicitado dinero a amigos o familiares.
Cambios en la economía y las estrategias de consumo
El INDEC señala diferencias notables en la ayuda que reciben los hogares. En los sectores medios y altos, la asistencia familiar supera a la proveniente de organizaciones estatales o religiosas. Sin embargo, en los sectores bajos, la ayuda institucional resulta fundamental para la manutención diaria.
A lo largo de los años, el uso de ahorros para cubrir gastos ha crecido notablemente: en 2003, solo el 19,9% de los hogares adoptaba esta estrategia, mientras que en 2025 el porcentaje alcanzó el 37,4%. Este cambio refleja cómo las tácticas de supervivencia económica han evolucionado en respuesta a la alta inflación y la pérdida del poder adquisitivo.
Además, el documento señala que la proporción de hogares con ingresos laborales ha aumentado del 78,3% al 82%, y aquellos que reciben jubilaciones o pensiones ha crecido del 29,4% al 35,7%. Los planes sociales, subsidios y ayudas económicas también han visto un incremento significativo, triplicándose del 4,5% en 2003 al 14,6% en la actualidad.
