La primera jornada del paro de controladores aéreos nucleados en ATEPSA causó importantes inconvenientes en el transporte aéreo argentino, con más de 28 vuelos cancelados, demoras y reprogramaciones, principalmente en el Aeroparque Jorge Newbery. Esta protesta, realizada el pasado viernes entre las 13 y las 16, forma parte de un cronograma de medidas de fuerza escalonadas que se extenderá durante cinco días en todo el país.
Impacto en el Aeroparque
Desde temprano, la terminal porteña evidenció el impacto del conflicto. Los pasillos estaban repletos de pasajeros, quienes lidiaban con largas filas y buscaban lugares para cargar sus celulares. En medio del caos, se registraron discusiones entre los viajeros y el personal de aerolíneas, reflejando la creciente tensión en la situación.
El Gobierno criticó enérgicamente la protesta. En un comunicado, afirmaron que estos paros “afectan un servicio esencial garantizado por ley y las operaciones del sistema aeronáutico”. Por su parte, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) confirmó que los vuelos programados seguirán operando, aunque admitieron que habría alteraciones.
Sobre ATEPSA y el cronograma de paros
La Asociación de Trabajadores del Estado en el ámbito de la aviación, ATEPSA, cuenta con entre 1000 y 1200 afiliados en los 54 aeropuertos en funcionamiento del país, incluyendo tanto controladores de tránsito aéreo como personal técnico dependiente de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA).
El cronograma de paros continuará con las siguientes franjas horarias:
- Viernes 22 de agosto: de 19 a 22.
- Domingo 24 de agosto: de 13 a 16 y de 19 a 22.
- Martes 26 de agosto: de 7 a 10 y de 14 a 17.
- Jueves 28 de agosto: de 13 a 16 y de 19 a 22.
- Sábado 30 de agosto: de 13 a 16 y de 19 a 22.
Quedarán exceptuados de estas medidas los vuelos en situaciones de emergencia, sanitarios, de traslado de órganos, humanitarios y de búsqueda y salvamento.
Recomendaciones para los pasajeros
Desde EANA se recomendó a los pasajeros comunicarse con las compañías aéreas para conocer el estado de sus vuelos y posibles reprogramaciones. La tensión se incrementa en los aeropuertos, mientras las negociaciones salariales entre ATEPSA y las autoridades aún no muestran avances, lo que podría complicar aún más la operación aérea en un período de alta demanda de viajes.