El gremio de controladores aéreos ha anunciado un cronograma de paros que afectará la operación de vuelos en el país, justo durante las vacaciones de invierno. Esta decisión se produce tras el fracaso en las negociaciones con el Gobierno, lo que indica un impacto significativo en el servicio aéreo durante este periodo de alta demanda turística.
¿Cuándo y cómo se desarrollarán los paros de controladores aéreos?
Los paros comenzarán el viernes 11 de julio y se extenderán hasta el miércoles 30 de julio. La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) ha informado que las interrupciones afectarán tanto a vuelos nacionales como internacionales en diversas franjas horarias.
Atepsa, que cuenta con entre 1000 y 1200 afiliados en los 54 aeropuertos del país, ha establecido el siguiente cronograma de paros:
- Viernes 11 de julio: de 14 a 16 horas para vuelos nacionales y de 18 a 20 horas para vuelos internacionales.
- Sábado 12 de julio: de 21 a 23 horas para vuelos domésticos.
- Domingo 13 de julio: de 9 a 11 y de 15 a 17 horas.
- Martes 15 de julio: de 16 a 19 horas para internacionales y de 22 a 23:59 para nacionales.
- Viernes 18 de julio: de 16 a 02 horas (del 19 de julio) para toda la aviación.
- Domingo 20 de julio: de 12 a 22 horas.
- Jueves 24 de julio: de 12 a 23:59 horas.
- Viernes 25 de julio: de 6 a 18 horas.
- Domingo 27 de julio: de 14 a 02 horas (del 28 de julio).
- Miércoles 30 de julio: de 12 a 23:59 horas.
Reacciones al conflicto laboral
Las entidades empresariales han mostrado su inquietud ante las posibles repercusiones de estos paros. La Cámara Argentina de Turismo (CAT) ha señalado que “el turismo no puede quedar rehén de los conflictos”, haciendo un llamado a que ambas partes prioricen el diálogo y la continuidad de los servicios aéreos en las semanas venideras.
Desde ATEPSA, han defendido la legitimidad de sus acciones. Han indicado que estas medidas son necesarias para redefinir el cronograma de paros según lo estipulado en el Convenio Colectivo de Trabajo. La falta de entendimiento con el Gobierno ha sido el motor de esta decisión, comprometiendo la actividad aérea en un periodo crítico del año.